La transferencia embrionaria es uno de los momentos más importantes cuando queremos mejorar las probabilidades de éxito en un tratamiento de fecundación in vitro. Cuando hacemos estos tratamientos de fecundación in vitro, todo el mundo se fija en aspectos como la obtención de los óvulos, o la fecundación de los mismos. Sin embargo, la transferencia embrionaria es un proceso que, aunque aparentemente resulta muy sencillo, sin una correcta realización del mismo no se puede conseguir completar el éxito. No es infrecuente que un tratamiento de fecundación in vitro pueda verse malogrado por una transferencia embrionaria mal realizada.
¿Cómo se lleva a cabo correctamente una transferencia embrionaria?
En líneas generales, para que una transferencia embrionaria esté bien realizada hacen falta dos cosas:
- Una excelente coordinación en el equipo y, concretamente, entre el médico y el embriólogo que van a realizar la misma.
- La transferencia embrionaria debe ser suave y rápida.
Expliquemos un poco mejor ambos puntos. Cuando hablamos de una excelente coordinación del equipo, nos referimos a que ambos deben conocer perfectamente los movimientos que va a hacer el otro, dado que esto facilitará evitar movimientos bruscos con el catéter que porta los embriones, tiempos de espera innecesarios con los embriones fuera del incubador, e incluso que la ayuda entre ambos miembros del equipo facilite la introducción del catéter dentro del útero. Todos estos aspectos que, a priori, pueden parecer absolutamente baladíes, son los que consiguen que una transferencia sea exitosa.
En cuanto al segundo punto, nos referimos a que la introducción del catéter (el tubo donde se colocan los embriones) dentro del útero debe ser rápida pero, a la vez, no se deben llevar a cabo medidas agresivas que puedan lesionar el cuello del útero o, peor aún, el endometrio, la piel que cubre el útero por dentro y donde debe anidar el embrión para dar lugar al embarazo. La elección del catéter de la transferencia también es un aspecto fundamental. Este debe tener una punta lo menos traumática posible, con bordes suaves y redondeados que provoquen una mínima lesión. Y, a ser posible, debe ser cuanto más fino mejor para provocar la menor distensión del cuello y de la propia cavidad uterina. Finalmente, la introducción y colocación de los embriones en el útero debe ser lo más rápida posible para que los embriones permanezcan poco tiempo dentro del catéter. Y, en este punto, la coordinación del equipo vuelve a ser fundamental.
Hace tiempo que se comprobó que la realización de la transferencia embrionaria debía realizarse guiada por ecografía. Esto nos permite evitar lesionar el fondo uterino con el catéter. Al ver perfectamente la punta del mismo podemos dejarlo en la cavidad sin lesionar esta en ningún momento.
Y, por supuesto, el uso de instrumental para fijar, sostener, dilatar, etc., el cuello del útero debe estar prácticamente prohibido. El uso de cualquier medida de este estilo solo conduce al fracaso de la técnica. Habitualmente, la paciencia de la persona que está realizando la transferencia es la clave para conseguir que esta pueda ser correctamente realizada aún en los cuellos más complicados que podamos encontrarnos.
Pero uno de los puntos clave de la técnica de la transferencia embrionaria es la experiencia de la persona que lo está llevando a cabo. Como hemos dicho, este procedimiento es aparentemente muy sencillo. Y externamente así es, de tal forma que cuando una persona está aprendiendo, resulta difícil poder explicarle mucho más de lo que estamos aquí exponiendo. No obstante, la experiencia es lo que va consiguiendo que un determinado equipo vaya obteniendo cada vez mejores resultados.
En la Clínica Tambre, clínica de reproducción asistida en Madrid contamos con un equipo de médicos y embriólogos de amplísima experiencia que podremos asesorarle lo más correctamente posible sobre éste y otros aspectos relacionados con la reproducción asistida. No dude en preguntarnos todo lo que precise en cualquier momento o, si lo prefiere, concierte una cita con uno de nuestros especialistas para que podamos ayudarle de una forma más personalizada.
Dr. Alberto García Enguídanos.
Ginecólogo y director médico de la Clínica Tambre