La estimulación ovárica y el riesgo de cáncer de ovario es uno de los temores de las pacientes que se someten a Técnicas de Reproducción Asistida. Lo que más preocupa a nuestras pacientes es la seguridad de los fármacos que usamos para realizar la estimulación ovárica y la posible relación entre la medicación que usamos para estimular la ovulación y la aparición de cáncer posterior.
¿Aumenta el riesgo de cáncer ginecológico la estimulación ovárica?
La respuesta es no. Esta respuesta la damos apoyándonos en la evidencia científica disponible hasta el momento.
No se ha demostrado relación alguna entre el uso de hormonas estimuladoras de la ovulación (gonadotrofinas y clomifeno) y el posterior desarrollo de cáncer de ovario o de mama.
Con respecto al cáncer de ovario han aparecido algunos estudios que parecían relacionar el uso de estas hormonas con una mayor incidencia de tumores border line de ovario pero estudios posteriores y meta análisis no han demostrado dicha asociación, aunque sí parece haber una ligera asociación con la infertilidad refractaria, que es independiente del uso de la medicación.
La evidencia científica es aún más clara con respecto a la no asociación entre el uso de hormonas estimuladoras de la ovulación y el aumento de riesgo de aparición de cáncer de mama. Hay un estudio realizado a 116.671 mujeres con 1.357 casos de cáncer de mama en el que vieron que aquellas mujeres que declararon tener problemas de fertilidad debido a alteraciones de la ovulación tenían menor riesgo de padecer cáncer de mama que aquellas mujeres que declararon no tener problemas de fertilidad.
Tampoco se ha visto asociación entre el uso de gonadotropinas y el desarrollo de cáncer de colon, cáncer de cuello uterino, cáncer tiroideo ni melanoma.
Hay otros estudios que han intentado observar la seguridad de estos estudios en los niños nacidos de estos tratamientos de reproducción asistida (IAD/IAC o FIV) . Tampoco se ha observado un aumento de incidencia de cáncer en estos niños.
Así pues, podemos concluir que el uso de estos tratamientos es bastante seguro y no hay evidencia científica de que estos tratamientos puedan aumentar el riesgo de cáncer en nuestras pacientes.
Dra. Ana Belén Garrido Quijano
Ginecóloga en Clínica Tambre