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“No se necesitan más amores para encontrar al verdadero amor”.
Almudena está profundamente enamorada de su preciosa bebé Vega, nacida en julio de 2023 gracias a un tratamiento de FIV. Su niña se ha convertido en el amor de su vida y es el ojito derecho de sus abuelos, que la adoran. Ahora ha regresado a Tambre para contarnos cómo ha sido su experiencia tras convertirse en madre soltera por elección. Una decisión que no fue fácil de tomar. Almudena reconoce que al principio le costó pensar en esta opción, porque nunca antes se le había pasado por la cabeza. Tras su experiencia, reconoce que ha sido la mejor decisión de su vida e incluso ha llegado a pensar que debía haberla tomado antes.
Al revivir su paso por Tambre, a Almudena se le agolpan los sentimientos y el agradecimiento profundo que tiene por el equipo que estuvo pendiente de ella para lograr su sueño. Entre esos sentimientos asegura que predomina la alegría, porque su decisión le ha traído la felicidad absoluta, y no puede estar más contenta de haber decidido ser mamá en Tambre.
¿Siempre habías querido ser mamá?
La maternidad siempre ha estado presente en su vida y daba por hecho que lo sería con una pareja. “Siempre tuve claro que quería ser madre, y llegó un momento en el que biológicamente tenía que ser ya y decidí dar el paso y ser mamá en solitario”.
Aunque había tenido parejas, finalmente las relaciones no acababan de cuajar por lo que cada vez veía más lejos dar el paso de formar una familia. Es en ese momento cuando se planteó seriamente tener un hijo en solitario, porque no había llegado la persona ideal a su vida.
¿Por qué elegiste Tambre?
Con la opción de ser madre en la cabeza, Almudena se inscribió en la asociación Madres Solteras por Elección. De esta forma, podría conocer la experiencia de otras mujeres que, como ella, exploraban otras posibilidades más allá de la tradicional para ser mamá. Entre las clínicas de las que oyó hablar estaba Tambre y las buenas experiencias de otras asociadas la animaron para visitar la clínica. No fue la única que quiso conocer, pero asegura que tras su primera visita “tuve claro que iba a ser aquí donde iba a tener a mi pequeña”.
La forma de llevar a cabo cada tratamiento de reproducción asistida, la personalización y la humanización son señas de identidad de la clínica. El acompañamiento continuo y contar con un equipo exclusivo, son algunas de las ventajas de Tambre que encantaron a Almudena.
De la inseminación artificial a la FIV
Aunque la decisión médica es muy importante, existe un respeto máximo a los deseos de los pacientes. La doctora Paloma Sánchez-Gómez fue la facultativa que atendió a Almudena durante su tratamiento y ella le recomendó la fecundación in vitro (FIV) como la principal alternativa.
Almudena quería probar primero con la inseminación artificial (IA), al ser un proceso más sencillo que requiere de una menor preparación y medicación y en el que no es necesario extraer los óvulos. Se sometió a dos IA y el tercer intento decidió que iba a ser por FIV, y es cuando finalmente llegó el positivo que tanto ansiaba.
Para Almudena, tan importante como el tratamiento adecuado fue esencial el trato recibido tanto de la ginecóloga experta en fertilidad como de todo el equipo. “Contar con un equipo humano, sentir su calidez y sentirme acompañada en el proceso ha sido muy importante”, explica abrazada a Vega, y añade que es vital sentir confianza y estar a gusto con el equipo médico que te atiende.
«Supe que había hecho una buena elección»
Lo tiene muy claro a la hora de hablar de su experiencia en el tratamiento de fertilidad que la ha convertido en madre. Y sus elogios son un motor para todo el equipo Tambre cuyo objetivo es seguir brindando la mejor medicina reproductiva. “Mi experiencia ha sido buenísima, estupenda. Incluso cuando me sometí a los dos procesos de inseminación y no conseguí el embarazo estaba contenta con la clínica, siempre supe que había hecho una buena elección, independientemente del resultado. Quedarme embarazada es lo que hizo que fuera extraordinario”, destaca la feliz mamá que abraza fuerte a su bebé, que ha heredado sus ojos y su sonrisa infinita.
Momentos difíciles
Todo tratamiento de fertilidad tiene sus altibajos, y hay momentos que son más difíciles. Para Almudena lo peor del proceso fueron los resultados de las dos inseminaciones. “Los negativos duelen, son duros, el proceso en sí es duro por la incertidumbre que conlleva. Pero me he sentido tan arropada, tan acompañada, con tan buenos consejos y he tenido plena confianza, lo que ha hecho que para mí haya sido un proceso llevadero”.
El hecho de estar acompañada por el equipo, de tener a quién poder preguntarle dudas o temores ha facilitado su camino. Ante cualquier imprevisto podía llamar o escribir un correo y enseguida recibía una respuesta.
Quizá el momento más crítico fue «manchar» tras quedar embarazada. Se alarmó y llamó a la doctora, que enseguida la tranquilizó y le dio las pautas necesarias. Por eso, de su experiencia sólo tiene palabras positivas: “He sentido un tratamiento personalizado desde el punto de vista médico y humano”.
Confiesa que, como paciente y en un momento tan delicado y sensible, “es importante sentir que te tienen en cuenta. A pesar de que posiblemente no influya en el resultado, saber que no eres uno más y que siempre te ve la misma doctora te da tranquilidad”.
Maternidad en solitario, la importancia de estar acompañada
En el proceso de ser madre en solitario es fundamental sentirse y estar acompañada. Almudena ha estado muy arropada por su entorno, sobre todo sus padres, su hermano y los amigos cercanos. Tengo mucho apoyo familiar, apoyo fundamental que para mí ha sido clave. Conozco otros casos en los que se han metido en este mundo de la maternidad en solitario con menos apoyos y aún así se puede, se puede”, recalca, y añade que, “es verdad que cuando sientes ese apoyo es más llevadero y mucho mejor”.
Y por fin… ¡embarazada!
Es muy difícil aguantar la tentación de no hacerse una prueba de embarazo antes de la fecha marcada por el especialista. Y Almudena confiesa que no podía aguantar las ganas de saber si finalmente a la tercera llegaba la vencida. Se hizo un test de orina sabiendo que si volvía a salir negativo iba a pasarlo mal. “No me podía aguantar. Me lo hice y salió una leve línea”, recuerda. Ese mismo día tenía el análisis y confiesa que nunca podrá olvidar esos momentos previos en los que el día en el que se hacía la analítica, vio a su doctora en la clínica y tuvo la corazonada de que esta vez el resultado iba a ser positivo.
La primera ecografía
La historia de Almudena y Vega, es una historia de amor incondicional. La emoción se concentró en la primera ecografía. “Esperas que te digan que todo va bien. Y cuando oyes el corazón es especial”. La segunda ecografía la recuerda con mucho cariño, porque “ya se la veía pegar botecitos”, y porque a su lado estaban sus padres y fue un momento muy emocionante cuando conocieron por primera vez a su nieta.
Mamá desde el primer momento
Se sintió madre ya desde el momento en el que se quedó embarazada. Y vivió su primer día de la madre sintiéndose como tal con Vega en su vientre. Aunque ha sido más especial este mayo de 2024, “porque no me esperaba que iba a tener esta princesita entre mis brazos y que iba a ser tan feliz”.
¿Qué les dirías a otras mujeres?
Su experiencia es muy valiosa para otras mujeres que se encuentran en su misma situación. Una vez que ella ha iniciado el camino de la maternidad en solitario recomienda a quien se lo plantea “que no se lo piensen más, porque si yo de algo me arrepiento es de no haberlo hecho antes. Tienen la oportunidad de tener el amor de su vida” y añade, “es una pequeña decisión que les dará la oportunidad de tener a su bebé con ellas y no se arrepentirán”.
De Tambre solo tiene palabras de agradecimiento. “Repetiría 100% y aunque no hubiera salido os recomendaría porque me he sentido muy acompañada. Son procesos duros, con muchos altibajos emocionales y sentirse acompañada y segura es importante y Tambre me ha dado esa calidez y cercanía”.
Almudena reflexiona sobre la fertilidad en la actualidad. “Hoy retrasamos la maternidad y es más complicado lograr el embarazo y vienen a las clínicas, pero no lo cuentan. Cuando cuentas tu caso la gente se sincera. Y esto ayuda a normalizarlo. Ya sea porque no puedes o porque decides hacerlo sola”.
Un consejo
Dejarse aconsejar por los profesionales es el principal consejo de Almudena, por propia experiencia. “Me obcequé con hacerme la IA y no la FIV, que era lo que me recomendó la doctora. Los dos primeros fueron negativos y cuando ya le hice caso enseguida me quedé embarazada”, explica. “Se puede evitar mucho desgaste, no solo económico, también emocional, dejándose aconsejar”, recomienda.
Almudena cuenta que en su entorno ha recibido mensajes de ánimo y mucha admiración. También curiosidad por saber cómo es el proceso. Ella está viviendo uno de los momentos más felices de su vida y asegura que Vega me lo está poniendo muy fácil. Para acabar elogiando a su bebé a la que considera “una bendición”.
En Tambre estamos preparados para ayudarte a cumplir tu sueño si tu deseo es ser madre sin pareja. No dudes en contactar con nosotros e informarte de todos los pasos.