La evolución y los cuidados en un embarazo conseguido mediante reproducción asistida son exactamente los mismos que en un embarazo natural. También está comprobado científicamente que no hay mayor riesgo de padecer alteraciones genéticas o malformaciones en niños nacidos mediante técnicas de reproducción asistida.
El embarazo es una etapa en la que estar sana físicamente es fundamental, sin olvidarnos de la tranquilidad mental. Es importante que cuerpo y mente hagan un tándem armonioso para recibir al nuevo miembro de nuestra familia.
Claves para un embarazo seguro
1. ALIMENTACIÓN
La nutrición durante el embarazo es clave para el desarrollo del feto. Ha de ser sana y equilibrada a base de frutas, verduras, cereales, lácteos, legumbres, carne y pescado. Comer bien no significa comer más. Se estima como saludable, un aumento de peso de entre 9 y 13 kilos.
Para facilitar la digestión y combatir la acidez y pesadez de estómago, es mejor comer pequeñas raciones varias veces al día. No se recomienda el pescado crudo ni demasiada sal, y sí cocinar al vapor y a la plancha y por supuesto, nada de tabaco ni alcohol.
También es muy importante la hidratación, que ayuda eliminar toxinas y evita el estreñimiento.
2. SUPLEMENTOS VITAMÍNICOS
Normalmente, con una dieta sana y equilibrada, los requerimientos diarios recomendados están asegurados. Es recomendable que todas las embarazadas tomen ácido fólico que es esencial para el cierre del tubo neural (espina bífida).A veces también es necesario un aporte extra de hierro, calcio y ácidos grasos esenciales.
3. HACER EJERCICIO
Es sano y conlleva muchos beneficios, aunque antes de realizarlo debes consultar a tu ginecólogo o matrona. Una de las mejores terapias para el embarazo es el yoga, que combina ejercicios con movimientos respiratorios. Caminar, nadar y la gimnasia específica para embarazadas también ayudan al cuerpo a adaptarse al crecimiento del bebé.
4. VISITAR AL MÉDICO
Cuando el embarazo se ha producido por técnicas de reproducción asistida, la primera ecografía obstétrica se realiza a los 10-15 días después de la beta positiva (más o menos 5 semanas de gestación).Después serán cada 4-5 semanas y a partir de la semana 36, cada 2-3 semanas. En cada visita se valorará la evolución de la futura madre y del feto. Realizarán una exploración física, con peso y tensión arterial, ecografía y pruebas complementarias como analíticas de sangre y orina.
5. UTILIZAR ROPA ADECUADA
Durante el primer trimestre, normalmente la mujer puede seguir usando la mayoría de su fondo de armario habitual. Debe usarse una ropa lo más cómoda posible, evitando la ropa demasiado ajustada. También es importante la elección de la ropa interior como calcetines que no compriman para evitar una disminución del drenaje linfático y sujetador adecuado al nuevo tamaño mamario, que fije bien la mama.
6. SEXO Y EMBARAZO.
Durante el embarazo la vida sexual de la pareja puede cambiar pero, si todo va bien, se puede tener sexo hasta el final del embarazo. Es un buen aliado para liberar tensiones, aumenta la autoestima de la mujer y en contra de algunos mitos, no afecta negativamente al feto, sino que le proporciona bienestar.
Solo hay que evitarlo en caso de amenaza de parto prematuro, sangrado, infecciones…
7. CUIDAR LA PIEL
Durante el embarazo hay que aumentar los cuidados de la piel para evitar la aparición de manchas, estrías , varices… Se aconseja la ducha con agua no demasiado caliente, el uso de jabones neutros y fundamental, hidratación, ingesta de al menos dos litros de agua y aumento de peso controlado.
8. CLASES DE PREPARACIÓN AL PARTO.
Los cursos de preparación al parto te ayudan a prepararte física y mentalmente para el momento del parto. No son indispensables, pero ayudan a que la mujer conozca los cambios que se producirán, sea capaz de reconocer sensaciones y de controlar el dolor.
9. DESCANSAR ADECUADAMENTE
Los cambios hormonales, factores psicológicos y emocionales, hacen que el ciclo del sueño durante el embarazo se altere. Además cuando nuestro hijo empieza a “hacerse notar”, suele traer satisfacciones y emociones importantes pero también cierta incomodidad a la hora de dormir. Las mejores posturas para relajarse son boca arriba y de lado.
Descansar es bueno para la salud de la madre, pero también lo es para el bebé ya que aumenta el flujo sanguíneo y favorece la llegada de oxígeno y nutrientes, así que no se deben restar horas de sueño; 8 horas, y si es posible una cabezadita después de comer.
10. MIMAR LA MENTE.
Vive del momento, relájate y disfruta… Busca tranquilidad y actividades gratificantes para ti como pasear, ir al cine, leer.