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Aumentan las mujeres solas que quieren tener hijos cerca de los 40 años
Los expertos recomiendan congelar los óvulos si se desea posponer la maternidad
- A partir de los 35 años se limitan las posibilidades de embarazo debido a la disminución de la reserva ovárica
- Las parejas de mujeres que acuden a tratamientos de fertilidad se triplica
Madrid, 11 de febrero de 2016. Las mujeres solas que recurren a la reproducción asistida cerca de los 40 años se ha incrementado en un 40 % en los últimos dos años, según un estudio de la Clínica Tambre presentado en el I Encuentro Tambre con Parejas de Mujeres y Mujeres Solas. La jornada cuenta con la participación de la Asociación de Familias LGTB (GALEHI), antes Asociación de Lesbianas y Gais con Hijos e Hijas, y la plataforma Creando una familia creada por Eva Bernal, madre soltera de tres hijos. Los expertos en fertilidad reunidos en el simposio recuerdan que el retraso en la maternidad incrementa el riesgo de complicaciones y recomiendan a las mujeres que desean tener hijos más adelante congelar los óvulos para favorecer la capacidad reproductiva.
Las condiciones económicas, laborales y sociales influyen en el momento de tomar la decisión de ser madre. Un estudio inglés publicado en octubre en la revista Sex & Reproductive Healthcare confirma que la realidad social domina las decisiones reproductivas de las mujeres y que la fertilidad disminuye con la edad al tiempo que aumentan las complicaciones médicas. Además, añade el informe, los riesgos asociados al retraso de la maternidad tienen poca influencia a la hora de decidir.
Sin embargo, los expertos advierten de las consecuencias que puede tener ese retraso. “A partir de los 35 años se limitan las posibilidades de embarazo debido a la disminución de la reserva ovárica y a partir de los 40 las posibilidades ya son mínimas”, indica la doctora Rocío Núñez, subdirectora de la Clínica Tambre. La baja calidad de los ovocitos a consecuencia de la edad “supone una mayor tasa de alteraciones cromosómicas que se traduce en una menor fecundabilidad y una menor tasa de implantación, incluso con técnicas de reproducción asistida”, asegura la doctora Núñez. Como consecuencia, hay un mayor riesgo de abortos espontáneos y de hijos con cromosomopatías, en especial el Síndrome de Down.
Otro de los riesgos que corren por retrasar la edad de maternidad es el cambio en el tipo de técnica de reproducción asistida a la que pueden someterse. “Muchas mujeres llegan con la idea de que, como no vienen por un problema de fertilidad sino por ausencia de pareja masculina, el tratamiento para ellas es la inseminación artificial”, explica Mónica Bascuñana, psicóloga de la Clínica Tambre. Sin embargo si, debido a la edad, sus ovocitos no son de buena calidad, “necesitarán también óvulos de donante para hacer una fecundación in vitro, lo que para ellas suele suponer un shock, que les genera ansiedad y tensión”, añade.
La criopreservación de óvulos “consiste en la congelación o vitrificación de óvulos en edades fértiles, antes de los 35 años y, en todo caso, no más tarde de los 38”, señala la doctora Núñez. Así, “cuando la mujer decida tener un hijo, siempre que sea por debajo de los 50 años, podrá hacer un tratamiento de fecundación in vitro con óvulos de buena calidad. Con ello, se consiguen tasas más altas de embarazos y más bajas de abortos, aunque tenga lugar por encima de los 40”, destaca.
Nuevos modelos familiares
En los últimos años los nuevos modelos familiares como las madres solteras o parejas de mujeres con hijos han ido en aumento. También la sociedad ha cambiado la percepción que tiene de ellas. “Antes, en los 70, estaba muy mal visto que una mujer criara sola a un niño”, afirma Eva Bernal, madre soltera con tres hijos nacidos con reproducción asistida. A la hora de tomar la decisión de ser madre soltera, “hay que tener mucha fuerza mental, buena salud y dinero ahorrado que permita hacerlo de forma planificada”, comenta. Bernal, fundadora de la Asociación Madres Solteras por Elección que agrupa a más de 600 mujeres, subraya la importancia de “recibir asesoramiento y apoyo durante todo el proceso, pues hay muchas mujeres que, por falta de acceso a la información, se encuentran perdidas”. Por otro lado, insiste en que es “fundamental tener bien meditada la decisión, saber cómo se le va a contar después al niño y cómo se va a sentir aquella madre que ha formado una familia que no es la habitual”.
Los cambios también han afectado a las parejas de mujeres. Así, el número de las que acuden a interesarse por tratamientos de fertilidad se ha triplicado, y la edad media de las que acuden es de entre 30 y 38 años. “Hemos observado como en 20 años lo que antes se consideraba anecdótico ahora se ha normalizado. Por otro lado, ya no acuden por separado, vienen juntas”, apunta la doctora Núñez.
Por su parte, Gregoria Madrigal, presidenta de GALEHI, señala que “estamos ante un babyboom ya que hay más y mejor acceso a las técnicas de reproducción asistida. Antes acudía una sola y tenía que pensarse mucho la historia que iba a contar, se decían medias verdades”, explica. También ha supuesto un cambio para las mujeres lesbianas “el no tener que decidir entre vivir según nuestra orientación sexual o el deseo de ser madres, ya lo podemos compaginar de forma normalizada”, indica. Además, con el método ROPA (Recepción de Ovocitos de la Pareja) se permite que ambas, siempre que estén casadas, compartan el tratamiento porque una aporta los ovocitos y la otra los gesta. “Resulta muy emocionante que tu pareja pueda gestar algo tuyo”, expresa.