Hace unos días leí con estupor la noticia de que la calidad de semen cada vez importa menos en reproducción asistida. Obviamente, el titular está sacado de contexto, y el artículo del que parte, no quiere decir exactamente eso, pero la reseña en sí, me ha dado pie para poder comentar este tema, de vital importancia en el ámbito de la infertilidad.
En primer lugar, no hay que olvidar que el espermatozoide aporta la mitad de la carga genética para el desarrollo de un nuevo ser. Y eso ya de por sí, creo que es lo suficientemente importante como para tenerlo en cuenta a la hora de la evaluación del factor masculino en reproducción y en los estudios previos de fertilidad.
Hoy por hoy (y espero que siga así por mucho tiempo…), la reproducción es cosa de dos: un óvulo y un espermatozoide. Incluso en las parejas homosexuales y en las mujeres sin pareja masculina, tiene que haber un espermatozoide que fecunde el óvulo. Y ese espermatozoide, en estos casos, proviene de un Banco de Semen, donde los donantes tienen fertilidad probada.
Sin embargo, cuando acude una pareja para conseguir una gestación, tan importante es estudiar a la mujer como al varón para conocer dónde puede existir un problema. Y aún más allá: en muchas ocasiones, solucionando el problema (tanto si es de la mujer como del varón), puede que no se necesiten las técnicas de reproducción asistida, y se consiga el embarazo de forma espontánea.
Pero, ¿qué es lo que queremos en los centros de reproducción asistida? ¿Qué todas las parejas se hagan tratamientos o diagnosticar primero para solucionar después?
Para seguir con este argumento, hay que estudiar al varón y no solo sus espermatozoides. Los espermatozoides no son los pacientes y si estos están mal, es como consecuencia de alguna alteración en el varón.
Como decía la noticia a la que aludía al inicio, el estrés oxidativo no influye en los resultados del ICSI (siglas en inglés de inyección espermática intracitoplasmática). Pero ¿es siempre necesario recurrir al ICSI? ¿No será mejor paliar el estrés oxidativo que impide al varón una concepción natural?
En cualquier caso, incluso utilizando una técnica de reproducción asistida, la importancia de la calidad del semen es vital. Son muchos los casos en los que la pareja ha realizado varios ciclos de Fecundación in vitro/ICSI sin conseguir embarazo, y después, al cambiar de clínica, se ha comprobado que no se ha estudiado al varón, y se han descubierto alteraciones en el semen que son la causa de la infertilidad.
Hace tres años, realizamos un trabajo en la Clínica Tambre (An Improved Experimental Model for understanding the Impact of Sperm DNA Fragmentation on Human Pregnancy Following ICSI), que fue publicado en la revista Reproductive Sciences que demostraba la importancia de la fragmentación del ADN del espermatozoide en los resultados de ICSI. Para ello, se emplearon donantes de óvulos, de forma que el factor femenino no pudiera interferir en los resultados, y comprobamos que un alto índice de fragmentación en los espermatozoides hacía descender la tasa de gestación.
Llevo trabajando cerca de treinta años en reproducción humana, y mis comienzos fueron en infertilidad masculina. Decir que la calidad de semen no importa tanto en reproducción asistida es, como poco, un gran error. Informar a los pacientes de las posibilidades diagnósticas y terapéuticas es nuestra obligación, y titulares como este, no solo desinforman, sino que engañan.
Dra. Rocío Núñez Calonge
Embrióloga y subdirectora de la Clínica Tambre