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La estimulación ovárica y en general las distintas fases de los tratamientos de reproducción asistida están estrechamente relacionadas con el ciclo menstrual. Es por eso que se persigue la sincronización de los procesos en reproducción asistida con el ciclo menstrual. Cada fase del ciclo influye directamente en la fertilidad y en el éxito de técnicas como la inseminación artificial o la fecundación in vitro (FIV). Por eso, si estás buscando el embarazo y has considerado un tratamiento de reproducción asistida, entender tu ciclo menstrual puede ayudarte a comprender y a afrontar el proceso con mayor confianza.
¿Qué es el ciclo menstrual y cuál es su relación con los tratamientos de fertilidad?
El ciclo menstrual es un proceso natural que prepara el cuerpo para un posible embarazo. Dura aproximadamente 28 días, aunque puede variar en cada mujer entre 23 y 35 días. Independientemente de los días que dure, las etapas del ciclo menstrual son las mismas, cada una con un papel esencial en la reproducción:
1-Menstruación: Es el inicio del ciclo menstrual y se corresponde con la descamación del endometrio, que se desprende con el sangrado porque no ha habido una implantación embrionaria.
2-Fase folicular: Esta fase preovulatoria que arranca con la menstruación, es la etapa en la que se desarrollan los folículos dentro de los ovarios. No todos los folículos que comienzan a desarrollarse alcanzan la madurez. Normalmente, solo uno de esos folículos llegará a madurar completamente y liberará un óvulo maduro que podrá ser fecundado.
En los tratamientos de fertilidad, esta fase es clave, ya que es cuando se administra medicación para la estimulación ovárica, con el fin de favorecer el crecimiento de múltiples folículos y la maduración de varios óvulos para aumentar las oportunidades de embarazo.
3-Ovulación: En esta fase del ciclo menstrual el folículo se rompe y libera el óvulo maduro a la trompa de Falopio donde permanecerá a la espera de un espermatozoide para ser fecundado. Generalmente esto ocurre alrededor del día 14 del ciclo. En torno a este día, se da el periodo más fértil en el ciclo de la mujer, ya que existe una mayor probabilidad de embarazo si se mantienen relaciones sexuales sin protección. Si no se da la fecundación en las 24 horas siguientes a la ovulación, el óvulo envejecerá y ya no podrá ser fecundado.
El momento de la ovulación es también el momento óptimo para realizar procedimientos como la inseminación artificial o la punción ovárica en una FIV, ya que nos aseguramos que los óvulos están maduros y puedan ser fecundados. Para ello, se monitoriza con ecografías y se determina, mediante medicación, el momento exacto de la ovulación. De este modo, podemos programar la inseminación o la extracción de óvulos en una FIV con las mejores condiciones y mayor probabilidad de éxito.
4-Fase lútea: Esta fase empieza justo después de la ovulación y tiene una duración relativamente fija (entre 12 y 14 días) hasta el final del ciclo, es decir, hasta que vuelve a haber un sangrado menstrual. En esta etapa tras la ovulación, el folículo ovárico se convierte en un cuerpo lúteo y empieza a secretar progesterona para servir de soporte en el embarazo y preparar el útero, que se vuelve receptivo para recibir al embrión y facilitar su implantación.
En los tratamientos de reproducción asistida, el soporte hormonal en esta fase es fundamental para favorecer la implantación y aumentar las probabilidades de embarazo, tanto si se trata de una inseminación artificial como si es el caso de una FIV tras la transferencia del embrión.
Además, en los casos en los que no transferimos el embrión, tenemos la opción de hacer una segunda ronda de estimulación ovárica para aprovechar otra oleada de crecimiento folicular que hay en esta fase del ciclo, con el objetivo de acumular y tener mayor número de ovocitos y maximizar las posibilidades en un mismo ciclo.
5-Fase isquémica: En caso de que el óvulo liberado no sea fecundado por un espermatozoide, el cuerpo lúteo desaparece. En consecuencia, la producción de estrógenos y progesterona disminuye gradualmente en lo que se conoce como fase isquémica del ciclo menstrual. Esta disminución de las hormonas sexuales provoca que el endometrio se descame y se elimine por la vagina produciendo de nuevo la menstruación.
¿Cómo se controla el ciclo en reproducción asistida?
Los especialistas en reproducción asistida estudian minuciosamente el ciclo menstrual de cada paciente para personalizar los tratamientos. Algunos aspectos esenciales para controlar el ciclo son:
Estimulación ovárica controlada
Es el primer paso para poder hacer un tratamiento de reproducción asistida, ya sea una inseminación artificial (IA) o una fecundación in vitro (FIV). También es un paso necesario cuando la mujer quiere vitrificar sus óvulos para preservar la fertilidad, o en el caso de las mujeres que van a ser donantes de óvulos.
La finalidad de la estimulación ovárica es conseguir que maduren varios folículos a la vez en los ovarios, con el fin de aumentar el número de ovocitos para fecundar y, con ello, el número de embriones y la posibilidad de conseguir un embarazo.
Mediante diferentes hormonas, tratamos de sincronizar los folículos para que crezcan todos a la vez hasta conseguir un tamaño adecuado, y que completen su maduración.
Programación de la ovulación y punción
Mediante ecografías y análisis hormonales podemos monitorizar y determinar el momento exacto de la ovulación para, a su vez, podamos programar la inseminación o la extracción de óvulos en una FIV.
Es muy importante programar la punción folicular para la extracción de los ovocitos 36 horas después de la inyección de hCG, la hormona que sirve para completar la maduración de los ovocitos. Si pasa más tiempo, se produce la ovulación y los óvulos maduros son expulsados de los ovarios a las trompas de Falopio.
Transferencia de embriones en ciclo natural y sustituido
La transferencia de embriones es en sí un proceso sencillo e indoloro, pero es imprescindible hacerlo cuando el endometrio esté preparado, es decir, que esté receptivo. La transferencia puede hacerse cuando el embrión esté en estadio de cigoto, es decir, en día 2 de desarrollo embrionario o en estadio de mórula. No obstante, lo más habitual actualmente es hacer la transferencia embrionaria en día 3 o en día 5 (en estadio de blastocisto).
La transferencia puede realizarse en el mismo ciclo en el que se han creado los embriones, sin ser congelados. Hablamos entonces de una transferencia en fresco. Pero también podemos realizar la transferencia en un ciclo posterior para lo cual debemos congelar los embriones. Con la transferencia en diferido se intenta ganar receptividad endometrial al evitar el impacto de las hormonas utilizadas en la fase de estimulación sobre el endometrio, lo cual puede mejorar la tasa de embarazo.
En estos casos, los especialistas pueden optar por aprovechar un nuevo ciclo menstrual natural de la paciente sin medicación hormonal, mientras que en otros casos se prefiere un ciclo sustituido y mejor controlado para preparar el endometrio. En ambos casos es imprescindible monitorear el ciclo menstrual de la mujer para conocer cuál es el mejor momento para realizar la transferencia de embriones y lograr el embarazo.
Soporte en la fase lútea
Para conseguir un mejor desarrollo endometrial, es común en todos los protocolos de reproducción asistida que se administre progesterona exógena, por vía oral o con óvulos vaginales. Estos suplementos hormonales favorecen la implantación del embrión y mejoran la receptividad del endometrio.
Como ves, entender tu ciclo es el primer paso para tomar decisiones informadas y conocer cómo se adaptan y se desarrollan los tratamientos de reproducción asistida en función del ciclo menstrual.
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En Tambre, somos expertos en reproducción asistida. Contamos con las técnicas más avanzadas que nos permiten diagnosticar y tratar diferentes problemas de fertilidad, incluidos los ciclos menstruales irregulares o las alteraciones hormonales. Nuestro equipo de especialistas analiza la evolución en cada fase del ciclo para personalizar los procedimientos y optimizar las posibilidades de embarazo. Si quieres saber más sobre cómo podemos ayudarte en tu camino hacia la maternidad, contacta con nosotros o llámanos al 91 411 61 11 para solicitar tu primera consulta.