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Contaminantes y fertilidad, ¿cómo influye el medioambiente en la reproducción?

Contaminantes y fertilidad, ¿cómo influye el medioambiente en la reproducción_Clínica Tambre__

Aunque muchas veces no se tiene en cuenta el impacto que la contaminación ambiental puede tener sobre la salud reproductiva, lo cierto es que cada vez más estudios científicos alertan de los efectos negativos de los contaminantes sobre la fertilidad.

Hace tiempo que conocemos los efectos de la contaminación ambiental sobre la salud, especialmente en áreas urbanas densamente pobladas. Eso sí, hay que tener en cuenta que, al hablar de “contaminación”, no solo nos referimos a la calidad del aire, sino también a otros factores como la calidad del agua, la presencia de pesticidas en nuestra dieta y los llamados disruptores endocrinos que encontramos en los productos que utilizamos de forma cotidiana.

Las investigaciones han demostrado que determinadas sustancias y compuestos químicos están relacionados con una amplia gama de problemas de salud, incluyendo asma, enfermedades cardiovasculares, dermatitis y varios tipos de cáncer. Pero esta contaminación también altera nuestra capacidad reproductiva.

Además de los contaminantes ambientales, debemos de ser conscientes que determinados hábitos de vida conllevan un perjuicio para la fertilidad.

Aunque en la clínica Tambre consideramos que uno de los factores principales en el aumento de la infertilidad es el retraso en la edad materna, cada vez nos encontramos con más casos, en la consulta, de pacientes con una reserva ovárica o una calidad ovocitaria o calidad del esperma que no se corresponde con su edad. Esta situación generalizada ha llevado a los expertos a considerar el impacto y la relación que hay entre contaminantes y fertilidad.

 

Contaminantes y disruptores endocrinos que afectan a la fertilidad

Los disruptores endocrinos son sustancias químicas que se encuentran en nuestro entorno y medioambiente. Estos disruptores “imitan” la función de las hormonas, lo cual altera su funcionamiento, ya sea bloqueándolas o exacerbando sus efectos. Estas alteraciones pueden impactar negativamente en la fertilidad al afectar a las hormonas de la reproducción, como son la FSH y la LH, que regulan la función de ovarios y testículos, y las hormonas sexuales como los estrógenos, progesterona y testosterona.

Pero, ¿dónde se encuentran los disruptores endocrinos? Es difícil mantenerse ajeno a estas sustancias químicas, ya que se encuentran en una variedad de productos de uso común:

  • Plaguicidas: Utilizados en herbicidas e insecticidas.
  • Ftalatos: Empleados en la fabricación de PVC.
  • Bisfenol A (BPA): Presente en envases plásticos como biberones, botellas, juguetes, etc.
  • Polibromodifenil éteres: Utilizados en ropa y equipos electrónicos.
  • Parabenos: Comunes en cosméticos.
  • Triclosán: Utilizado como antiséptico y en cosmética.
  • Perfluorados: Se utilizan en la fabricación de ropa, papel, pesticidas y productos cosméticos.

 

¿Cómo afectan los disruptores endocrinos a la fertilidad?

Ya sea por inhalación, ingestión o contacto con la piel, cuando nos exponemos a los disruptores endocrinos nuestro organismo puede verse afectado, dependiendo de la dosis y del tiempo de exposición. Además, pueden acumularse en el organismo a lo largo del tiempo, incluso traspasar la placenta y estar presentes en la leche materna.

Estos compuestos, como decimos, además de estar asociados a una variedad de problemas de salud, también afectan a la fertilidad: pueden alterar el equilibrio hormonal necesario para la maduración de óvulos y espermatozoides, y la regulación de las hormonas sexuales, dificultando así la concepción y el embarazo. También están detrás de los cambios en la edad de menarquía y menopausia.

Además de relacionarse con el cáncer de testículo, ovarios, próstata y mama, estos disruptores endocrinos se asocian también a la endometriosis, síndrome de ovario poliquístico, menor calidad seminal (tanto en el número, como en la movilidad), fragmentación espermática, menor reserva ovárica… Por todo ello, se reduce la probabilidad de concebir y, a su vez, aumenta el riesgo de aborto.

Es realmente complicado saber cuál es el efecto individual de cada uno de los contaminantes en la fertilidad y en la salud general. En parte, esto es así porque todos nosotros estamos expuestos a una gran cantidad de ellos simultáneamente. Por eso no es fácil conocer cuál es el mecanismo de acción concreto por el que estos compuestos químicos perjudican la fertilidad, aunque la mayoría de investigadores están de acuerdo en que las alteraciones hormonales y el daño al ADN serían los más importantes.

 

Los malos hábitos también influyen

Además de la contaminación ambiental, existen otros factores relacionados con el estilo de vida que pueden afectar negativamente a la fertilidad. Entre ellos, destacan los siguientes:

  1. Tabaco

El tabaquismo es uno de los hábitos más perjudiciales para la salud reproductiva. En las mujeres, fumar puede reducir la reserva ovárica, afectar la calidad de los óvulos y aumentar el riesgo de abortos espontáneos y embarazos ectópicos. El tabaco contiene múltiples compuestos tóxicos, como la nicotina, el alquitrán y el monóxido de carbono, que pueden dañar los ovarios. En los hombres, el tabaco disminuye la calidad del esperma, reduciendo tanto la movilidad como la cantidad de espermatozoides viables. Además, fumar puede aumentar el daño del ADN en los espermatozoides, lo que reduce aún más la capacidad de concebir y puede incrementar el riesgo de aborto.

  1. Mala alimentación

Una dieta desequilibrada, rica en alimentos ultraprocesados y baja en nutrientes esenciales, puede afectar la fertilidad de diversas maneras. El consumo excesivo de grasas trans, azúcares refinados y alimentos con alto contenido de conservantes y aditivos puede alterar el equilibrio hormonal, disminuir la calidad de los óvulos y el esperma y dificultar la implantación. La deficiencia de minerales como el ácido fólico, el zinc, el selenio y las vitaminas C y D puede interferir en la ovulación y la producción de esperma de calidad. Por ejemplo, el ácido fólico es crucial para la división celular y el desarrollo del ADN, mientras que el zinc y el selenio son fundamentales para la producción de esperma y la protección contra el daño oxidativo.

  1. Consumo de drogas ilícitas

El uso de drogas recreativas como la marihuana, la cocaína y las anfetaminas tiene efectos adversos significativos en la fertilidad. Estas sustancias pueden alterar el equilibrio hormonal, afectar la ovulación y disminuir la calidad del esperma. Además, el consumo de drogas está asociado con un mayor riesgo de defectos congénitos, abortos complicaciones durante el embarazo.

  1. Abuso de fármacos

El uso excesivo o incorrecto de ciertos medicamentos, incluidos los antiinflamatorios no esteroideos (AINEs), los antidepresivos y los tratamientos para enfermedades crónicas, puede interferir con la fertilidad. Es importante que cualquier tratamiento farmacológico sea supervisado por un profesional de la salud para minimizar los riesgos.

  1. Esteroides anabólicos

El uso de esteroides anabólicos, comúnmente asociado al culturismo y al aumento de masa muscular, puede tener efectos devastadores en la fertilidad masculina y femenina. En los hombres, los esteroides anabólicos exógenos inhiben la producción natural de testosterona en los testículos, lo que puede reducir la espermatogénesis (producción de esperma). Su uso prolongado puede causar una disminución del tamaño de los testículos debido a la supresión hormonal, y afectar negativamente a la cantidad, motilidad y morfología del esperma, reduciendo la fertilidad.

En las mujeres, los esteroides pueden alterar los niveles de hormonas sexuales femeninas, causando ciclos menstruales irregulares o amenorrea (ausencia de menstruación). Esta alteración hormonal que puede interferir con la ovulación y reducir las posibilidades de concepción.

  1. Alcohol

El consumo excesivo de alcohol también tiene un impacto negativo en la fertilidad, tanto en hombres como en mujeres. En las mujeres, el alcohol puede interferir con la función hormonal, afectando la ovulación y el ciclo menstrual. Incluso el consumo moderado de alcohol puede aumentar el riesgo de infertilidad y de complicaciones durante el embarazo. En los hombres, el alcohol afecta la producción de testosterona, disminuye la calidad y cantidad de espermatozoides, y puede provocar disfunción eréctil. El alcohol también puede causar daño al ADN de los espermatozoides, lo que puede aumentar el riesgo de abortos espontáneos y defectos de nacimiento.

 

Consejos para mejorar la fertilidad

Dado el impacto negativo que los contaminantes pueden tener sobre la fertilidad, y la salud general, sería positivo adoptar medidas preventivas para minimizar la exposición a estas sustancias. En el caso de los productos químicos ambientales no es sencillo reducir su exposición porque están por todas partes, incluido en el aire, en la comida y en el agua. Lo que sí podemos hacer es cambiar y abandonar determinados malos hábitos que afectan negativamente a la fertilidad.  Aquí te damos algunos consejos que puedes tratar de poner en marcha:

  • Opta por productos libres de BPA. Elige envases de vidrio o acero inoxidable en lugar de plásticos que puedan contener bisfenol A (BPA).
  • Selecciona alimentos orgánicos. Siempre que sea posible, compra productos orgánicos para reducir la ingesta de pesticidas y herbicidas.
  • Revisa los ingredientes de los cosméticos y productos de higiene. Evita productos que contengan parabenos, triclosán y ftalatos. Opta por opciones naturales y orgánicas.
  • Mantén el aire limpio en el hogar. Utiliza purificadores de aire y ventila tu casa regularmente para reducir la acumulación de contaminantes internos.
  • Infórmate sobre la calidad del agua. Utiliza filtros de agua para reducir contaminantes presentes en el suministro de agua.
  • Revisa los materiales de los productos cotidianos. Evita ropa y textiles que estén tratados con retardantes de llama u otros químicos nocivos.
  • Deja de fumar. El cese del hábito de fumar puede mejorar significativamente la calidad de los óvulos y el esperma en solo unos pocos meses.
  • Mantén una dieta equilibrada. Opta por una alimentación rica en frutas, verduras, proteínas magras y granos enteros. Incluye alimentos ricos en antioxidantes como las verduras de hoja verde, que pueden proteger las células reproductoras del daño oxidativo. Y no olvides limitar el consumo de alcohol.
  • Evita el consumo de drogas y medicamentos. Consulta con tu médico sobre el uso seguro de los medicamentos.
  • Haz ejercicio regularmente. La actividad física moderada, además de ayudar a mantener un peso saludable y mejorar la salud general, también puede mejorar el equilibrio hormonal y reducir el estrés, ambos son factores que influyen en la fertilidad.

 

Clínica Tambre, especialistas en Medicina Reproductiva Avanzada

En la Clínica Tambre comprendemos que la infertilidad puede estar causada por una amplia variedad de factores, no solo por contaminantes ambientales. Para nosotros es fundamental dar con el origen de los problemas de fertilidad de nuestros pacientes.

En Tambre somos especialistas en Medicina Reproductiva Avanzada y estamos especializados en el diagnóstico y tratamiento de casos complejos de infertilidad. En la primera visita, ofrecemos un diagnóstico para identificar las causas subyacentes, ya sea por edad materna avanzada, enfermedades como la endometriosis, tratamientos médicos previos, o cualquier otra patología que esté o no relacionada con los contaminantes.

Nuestro enfoque personalizado y basado en evidencia nos permite diseñar planes de tratamiento específicos para cada paciente, maximizando las posibilidades de éxito en la consecución del embarazo. Si sospechas que los contaminantes o cualquier otro factor pueden estar afectando a tu fertilidad, no dudes en ponerte en contacto con nosotros. Llámanos al 91 411 61 11 o solicita tu primera cita aquí para resolver todas tus dudas.

dra Estefanía Moreno, ginecóloga especialista en fertilidad clinica Tambre, Mistral Fertility Clinics