El incubador Geri es la última tecnología Time-Lapse en cultivo de embriones que permite mejorar las tasas de embarazo e implantación en un 10 %. El seguimiento continuado de embriones ayuda a reducir los embarazos múltiples.
La Clínica Tambre ha adquirido el primer incubador de embriones personalizado para cada paciente, lo que permite mejorar las tasas de embarazo e implantación en un 10 % según los primeros resultados. Se trata de Geri, un equipo que incorpora seis compartimentos individuales para el desarrollo de embriones de un mismo paciente, sin mezclarse con los de otros, y con un seguimiento continuado. “Se trata de la última tecnología Time-Lapse que nos va a ayudar a poder optar por transferencias de embrión único para reducir el número de gestaciones múltiples, gracias a una mejor selección y por tanto unas mayores posibilidades de éxito”, destaca la doctora Rocío Núñez, embrióloga y subdirectora de la Clínica Tambre.
El nuevo dispositivo adquirido por la Clínica Tambre incorpora seis incubadores individuales para alojar hasta 16 embriones en cada uno. “El hecho de tener compartimentos individuales e independientes asegura un fácil acceso y que no se afecte al resto de embriones alojados en los demás módulos”, indica Enrique Olaya, biólogo de Clínica Tambre. Hasta el momento, en los laboratorios de embriología la técnica aplicada de Time-Lapse, basada en la captación de imágenes de los embriones en desarrollo a intervalos fijos de tiempo, las pacientes compartían habitáculo. Su observación se realizaba una vez al día para lo que era necesaria la apertura del incubador, lo que implicaba riesgos de alteración en el desarrollo de los mismos. “Con el nuevo equipo no se necesitan abrir los compartimientos para observarlos con lo cual sus condiciones evolutivas permanecen inalteradas al evitar cualquier perjuicio que pudieran ocasionar los cambios de temperatura y pH al sacar la placa del incubador”, añade Olaya.
Otra ventaja es que “todos los embriones están monitorizados desde el principio hasta el final de su desarrollo a intervalos de cinco minutos, lo que nos aporta una cantidad de información suficiente y de calidad para seleccionar los mejores”, comenta Olaya. Además, el software que incorpora es “muy útil para los biólogos usuarios puesto que es capaz de hacer clasificaciones en base a las distintas observaciones realizadas”, añade.
Máxima seguridad
El nuevo equipo incorporado en el laboratorio de la Clínica Tambre contiene seis cámaras de fotos, una por cada incubador, con 11 planos focales que permiten obtener imágenes precisas de los embriones durante su desarrollo. “Esto nos aporta información muy valiosa porque vamos a tener la secuenciación completa de toda su evolución desde el primer día hasta el último y no una única vez al día como se hacía hasta ahora”, indica la doctora Núñez. Con ello la selección del embrión tiene más garantías de éxito. Además, desde el ordenador de la consulta, el médico también va a poder realizar un seguimiento del estado de los embriones.
Por otro lado, añade esta especialista, “la independencia de cada compartimento posibilita una identificación individual de cada persona así como de los parámetros clave, lo que hace posible una seguridad máxima, algo que valoran mucho las pacientes, pues existen menos riesgos de confusión y manipulación”.
La Clínica Tambre se convierte de esta manera en referente para la Comunidad de Madrid en innovación tecnológica aplicada a la reproducción asistida pues es la primera que adquiere este nuevo equipo. “En Tambre apostamos siempre por ofrecer las mejores garantías de eficacia y seguridad al paciente a través de las soluciones más avanzadas”, asegura la doctora Núñez. Este centro ha sido pionero en incorporar unidades como la de Inmunología de la Reproducción, Unidad de Calidad de Vida, o la fundadora del primer Banco de Semen de la Comunidad de Madrid, y el segundo de España. Hoy, ya son más de 20.000 los pacientes que han acudido a Tambre para solicitar ayuda profesional para tener un hijo, con una tasa de éxito del 50 % por cada intento y del 75 % por paciente.