Embarazo y conducción no están contraindicados, únicamente es importante que conozcas aquellas precauciones que debes tomar.
Durante el primer trimestre del embarazo, la mujer experimenta ciertos cambios que, en algunas ocasiones, pueden ir acompañados de una sensación de malestar general, pueden aparecer nauseas o vómitos e incluso se puede producir somnolencia. Para ponernos al volante es importante estar en plenas facultades; si no nos encontramos muy bien es mejor que no lo hagamos.
En el tercer trimestre los mayores inconvenientes para la conducción son secundarios al aumento de volumen. La capacidad de maniobra se ve disminuida notablemente, por lo que si es posible es mejor que viajes como pasajera.
A partir de la semana 36 del embarazo se desaconseja la conducción porque el cuarto superior del útero ya está situado por encima de la parte inferior del aro del volante y en caso de producirse un impacto, podría afectar al bebe.
¿Qué complicaciones pueden aparecer en caso de colisión?
Durante el primer trimestre se presentan con mayor frecuencia el desprendimiento de placenta o la rotura uterina tras una colisión.
Además, en el tercer trimestre existe alto riesgo de desprendimiento de placenta, hemorragia, rotura uterina y lesiones directas sobre el feto tras un accidente.
En cualquier caso, después de un accidente y aunque no tengamos lesiones visibles, hemos de consultar con nuestro ginecólogo para que compruebe que todo esta bien.
¿Qué medidas de seguridad debo utilizar?
Cinturón de seguridad: el uso del cinturón de seguridad es obligatorio por ley (Real Decreto 965/2006), a no ser que tu médico lo contraindique, en ese caso deberás llevar un certificado que así lo acredite.
Debes colocarlo correctamente, la banda superior entre la tripa y el pecho y la banda inferior entre la tripa y los muslos, evitando pasarlo por encima de la tripa. Existen además dispositivos específicos homologados con tres puntos de anclaje que puedes utilizar.
Reposacabezas: Es importante, tanto si estas embarazada como si no que el reposacabezas esté a la altura correcta para evitar lesiones cervicales.
Airbag: a pesar de lo aparatoso que resulta protege el impacto sobre cabeza y tórax con lo que no afecta a la zona abdominal. Es importante que nos situemos a unos 20-25 min del dispositivo para que este sea efectivo.
En suma, se puede conducir durante el embarazo extremando las precauciones, siempre que lo hagas de forma segura, evitando riesgos y teniendo en cuenta que nuestras capacidades se pueden ver mermadas.
Y una vez hayas tenido al bebé, el médico te indicará el mejor momento para volver a conducir.