Te ofrecemos una explicación clara sobre la esterilidad que ha sido desde hace mucho tiempo objeto de estudio por parte de filósofos y teólogos, dado el impacto que sobre la pareja y la sociedad tiene este problema. Sin embargo, el conocimiento que hoy en día existe sobre la fisiología reproductiva se basa sobre todo en estudios animales, y es en la actualidad, con el avance de las técnicas de Reproducción Asistida, cuando empezamos a conocer más sobre los problemas biológicos que pueden ser causas de esterilidad. Antes de distinguir cuales son los determinantes que originan disfunciones reproductivas, vamos a tratar los principales eventos que, de forma espontánea ocurren para que se consiga una gestación. Para que se logre un embarazo, tienen que coexistir una serie de factores perfectamente coordinados en el tiempo: la liberación de un óvulo desde el ovario a la trompa, la presencia de espermatozoides móviles en las inmediaciones del óvulo, la existencia de una trompa con la capacidad funcional intacta para que sea capaz de propulsar el ovocito ya fecundado y el embrión resultante hasta el útero.
Este proceso, aparentemente sencillo, necesita la unión de diferentes mecanismos para que tenga lugar. En primer lugar, la integridad morfológica y funcional de los componentes del tracto reproductivo que se ha mencionado anteriormente. Y en segundo lugar, un complejo sistema hormonal que pondrá en marcha los mecanismos del ciclo ovulatorio femenino: menstruación, fase folicular (reclutamiento de los folículos donde se encuentran los óvulos) y ovulación. Y por último, es necesario que coexistan las señales necesarias entre el embrión y el endometrio (capa interna que recubre el útero), para que tenga lugar la implantación del embrión. Cualquier alteración en alguno de estos pasos, bien por parte del varón, de la mujer, o de la pareja, puede ocasionar dificultades en la concepción o, dependiendo de la gravedad del caso, esterilidad.