Hoy se conoce que existe una relación entre peso y fertilidad, tanto el exceso como el defecto pueden dificultar la obtención de un embarazo. Diversos estudios han demostrado que un Índice de masa corporal (IMC) mayor de 30 o menor de 20 puede reducir la fertilidad y esto afecta a ambos sexos. Según la Sociedad Española de Fertilidad (SEF) la pérdida de peso en una mujer con un IMC > de 29 y anovulación probablemente mejoraría las posibilidades de concebir, así mismo un incremento de peso en una mujer con un IMC < de 19 y menstruaciones irregulares o en amenorrea (ausencia de la menstruación) podría aumentar sus probabilidades de concepción.
Malos hábitos de alimentación pueden ser la causa de muchos problemas de fertilidad, por tanto es fundamental el cuidado de la dieta. Es muy importante controlar el peso, seguir una alimentación equilibrada, revisar los hábitos alimentarios y modificar aquellos que no son adecuados cuando se está buscando un embarazo, bien sea de forma natural, como si se están empleando Técnicas de Reproducción Asistida.
Diversos estudios sugieren que el déficit de ciertos nutrientes como el ácido fólico, el zinc y los antioxidantes pueden afectar a la capacidad reproductiva. Existen ciertos alimentos que al parecer están relacionados con la fertilidad como son las frutas y las verduras por tener alta concentración de antioxidantes, por tanto se recomienda el consumo de 3 raciones de fruta y 2 de verdura al día para mejorar la fertilidad.
Nutrientes beneficiosos en la dieta para favorecer la fertilidad:
- Vitamina A: interviene en la formación de esteroides y síntesis de progesterona, por lo que podría aumentar la fertilidad. El beta caroteno es el precursor de la vitamina A, presente en la zanahoria, el tomate, la calabaza, hortalizas de color anaranjado-rojizo y la mayoría de hortalizas de hoja verde.
- Vitamina B6: aumenta los niveles de progesterona, se encuentra en los cereales integrales, nueces y legumbres.
- Vitamina B12: incrementa el número de espermatozoides, está presente en los huevos, la carne, los lácteos y sus derivados.
- Vitamina C: aumenta el número y la movilidad de los espermatozoides, está presente en los cítricos, naranja, limón, toronja, kiwi, pimiento rojo y verde, tomates y espinaca.
- Vitamina E: mejora la calidad de los espermatozoides. Presente en los aceites de semillas y oliva, nueces y almendras.
- Ácido fólico: Es muy importante un aporte suficiente de ácido fólico cuando se está buscando un embarazo. Buenas fuentes de ácido fólico son los vegetales de hojas verdes (espinacas, coles, lechugas, espárragos), en legumbres (lentejas, habas soja), cereales integrales y sus derivados, el germen de trigo y las frutas (melón, bananas, plátanos, naranjas, aguacate entre otros). A pesar de una dieta completa, se recomienda tomar un suplemento multivitamínico prenatal que aporte ácido fólico, yodo, hierro, calcio y vitamina B desde al menos 1 mes antes de buscar gestación.
- Calcio: Entre las fuentes de calcio se encuentran los lácteos (leche y derivados), vegetales de hojas verdes, el salmón y las sardinas.
- Se deben incluir en la dieta grasas saludables, proteínas de origen vegetal y las del pescado.
Se recomienda limitar el consumo de café y grasas saturadas, dulces, azúcares, bollería industrial, fritos, salsas, carnes rojas, etc. Así mismo se debe evitar el consumo de alcohol y tabaco. Se ha demostrado que el alcohol reduce la calidad seminal y que el tabaquismo tanto activo como pasivo en mujeres reduce la fertilidad y ya que pueden reducir las probabilidades de éxito incluso en los Tratamientos de Reproducción Asistida.
En general, mantener un peso adecuado y llevar una dieta saludable y variada que incluya sobre todo frutas y verduras para asegurar el aporte necesario de vitaminas, minerales y antioxidantes son cruciales para la salud reproductiva. La alimentación debe ser suficiente y de calidad, tanto el exceso como el bajo de peso pueden afectar seriamente la fertilidad.