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A veces, embarcarse en un tratamiento de fertilidad puede ser una experiencia abrumadora, llena de incertidumbres y desafíos. Afortunadamente, no todas las aventuras son así y aquellas que incluyen estos sentimientos al principio, terminan teniendo un final feliz, o al menos eso es lo que ocurre en Tambre. Victoria, nuestra paciente londinense de 41 años, comparte hoy con nosotros cómo ha sido su viaje a nuestro lado y el papel fundamental que hemos desempeñado para convertir sus sueños de ser madre en realidad.
¿Cómo empezó la aventura de Victoria?
El viaje de Victoria comenzó con una conversación desalentadora con una clínica de su cuidad y dos tratamientos de FIV que no dieron resultado. No queriendo aceptar la derrota, decidió explorar otras opciones y buscar una segunda opinión. Esto fue lo que la llevó a nuestro país y, en última instancia, a nuestro centro, Tambre.
Nuestra protagonista investigó cuáles eran las mejores clínicas de fertilidad a nivel mundial, y en su búsqueda España surgió como uno de los destinos más destacados. Esto lo dicen muchos de nuestros pacientes, ya que nuestro país es conocido mundialmente por nuestra legislación, la excelencia de sus profesionales y la calidad de los tratamientos de fertilidad. Entre todas las alternativas disponibles, Tambre llamó su atención. Una rápida consulta por correo electrónico fue el primer paso hacia lo que se convertiría en una hermosa y emocionante aventura.
¿Cómo afrontó Victoria tener que someterse a un tratamiento en el extranjero?
Viajar al extranjero para someterse a un tratamiento de fertilidad puede provocar algo de ansiedad, al tener que realizar algo tan importante en un lugar desconocido. Sin embargo, Victoria confirma que nuestros profesionales hicieron que todos esos nervios desaparecieran, ya que durante todas las etapas estuvo acompañada por ellos, gozando de un profundo apoyo médico y emocional.
La primera vez que Victoria y su pareja se sintieron acogidos por nosotros fue cuando la Unidad de Atención al Paciente de Tambre organizó los primeros pasos de su tratamiento y de su viaje a Madrid. Nuestros pacientes vivieron todo el proceso sin estrés y enfatizan el enfoque proactivo y empático de la clínica.
Las preocupaciones sobre las diferencias de idioma también son comunes cuando alguien busca someterse a un tratamiento de fertilidad en un país extranjero. No obstante, el compromiso de Tambre con su atención centrada en el paciente incluye contar con médicos y personal políglota, por lo que las preocupaciones de Victoria sobre la comunicación también se disiparon. «Todos los médicos allí hablaban un inglés impecable», dice Victoria.
¿Cuál fue la primera impresión de Tambre?
La primera visita de Victoria dejó en ella una gran impresión positiva. De este momento, nuestra paciente destaca lo que la privacidad que se valora a nuestro lado, especialmente por las salas de espera individuales. Ese detalle tan personal se extendió a la punción ovárica y a la transferencia embrionaria, donde Victoria apreció tener su propia habitación, lo que aseguraba su tranquilidad y confidencialidad durante un momento tan delicado.
A lo largo de su tratamiento nuestra paciente dice haberse sentido totalmente respaldada y hace hincapié en que el equipo Tambre ha estado continuamente disponible para atender sus dudas y elogia la pronta resolución de cualquier inquietud.
Tambre: el hogar de los tratamientos a medida
Nuestra filosofía centrada en el paciente y nuestro compromiso con brindar un enfoque personalizado para cada caso fueron evidentes en la experiencia de Victoria. Las pruebas exhaustivas que le recomendaron a ella y a su pareja y la exploración detallada de su historial médico allanaron el camino para un plan de tratamiento único. Cabe destacar que los métodos de la clínica y nuestra forma de abordar su proceso difirieron significativamente de las experiencias anteriores que había vivido Victoria, pues en ninguna se habían tenido en cuenta sus necesidades individuales.
Nuestras unidades especializadas y multidisciplinarias nos permiten siempre abogar por realizar todas las pruebas que propicien dar con un diagnóstico adecuado, para que nuestro equipo médico esté al tanto de todas las opciones reproductivas disponibles para lograr el embarazo. Por otro lado, hay que tener en cuenta que nuestro equipo siempre creerá firmemente en informar y explicar cualquier aspecto relevante del tratamiento a quienes confían en nosotros. Victoria apreció la profundidad de conocimiento mostrada por el equipo médico, lo que fomentó lo segura que se sintió.
Y de repente, llegó Evie
La culminación del viaje de Victoria fue el nacimiento de su hija, Evie, un momento que describe como «un sueño hecho realidad”. Teniendo en cuenta toda la lucha e incertidumbre que nuestra paciente había vivido en tratamientos anteriores, no es de extrañar que nuestra paciente mire ahora a su recién nacida con alegría e inmensa gratitud hacia nosotros.
Reflexionando sobre su experiencia, ella alienta a ver los viajes de fertilidad como una aventura, abrazando lo desconocido con positividad. Victoria y su pareja trataron su visita a España como un viaje memorable que incluía un final feliz, lo cual esperamos ayude a futuros pacientes a confiar en nuestra filosofía centrada en el paciente, nuestros planes de tratamiento individualizados y el éxito de los procesos que llevamos a cabo.
Mientras sostiene a Evie en sus brazos, Victoria convierte su historia en un faro de esperanza para aquellos que navegan por el desafiante camino hacia la paternidad. El papel de Tambre en su misión de hacer sueños realidad confirma que, con el apoyo y los conocimientos adecuados, hasta lo más complicado puede convertirse en algo real. «No podríamos haberle pedido más a Tambre», afirma Victoria.