La exploración del hombre de forma rutinaria o sistemática no es necesaria. La producción de células sexuales encargadas de la reproducción, aunque mucho menos complejo que el de la mujer, también consta de numerosos pasos en cada uno de los cuales puede haber alteraciones que afecten al resultado final. Sin embargo, en el hombre, el resultado final, el semen, es fácilmente accesible y analizable, de tal forma que, si la valoración en el laboratorio de la calidad del semen es normal, podemos asegurar que todos los pasos de ese proceso previo funcionan correctamente.
Puede darse el caso de que el varón produzca un semen de buena calidad pero no consiga embarazar a su pareja porque existe algún problema que impide el depósito de este semen en el interior de la vagina, ya sea por disfunciones sexuales como la falta de erección adecuada, una eyaculación precoz o bien debido a malformaciones del pene. El diagnóstico de las disfunciones sexuales no lo da una exploración física sino una buena comunicación en la consulta y una entrevista tranquila y distendida e la que la pareja pueda exponer este tipo de problemas.
Las malformaciones en el pene sí pueden observarse fácilmente con una exploración física por parte de un urólogo, pero es muy raro, dada la anatomía de los genitales masculinos, que un hombre padezca una de ellas y no se haya percatado de ello. Estas malformaciones suelen deberse a una excesiva curvatura del pene que imposibilita la penetración en la vagina, congénita o progresiva, o bien por una alteración de la abertura final de la uretra que, en lugar de en el extremo de pene, desemboque en su cara superior, lo que se llama epispadia, o, más frecuentemente, en su cara inferior, llamado hipospadia. Solo en el caso de que la pareja refiera alguno de estos problemas es imprescindible la exploración física de un varón.
Por el contrario, en caso de que el análisis de semen muestre alguna deficiencia, del tipo que sea, se hace necesaria una visita al urólogo que con una sencilla exploración física descartará algunas posibles causas de esta alteración del semen, como pueden ser una atrofia, una infección, tumores, hernias inguinales o varices a nivel testículo, llamadas varicoceles, que pueden aumentar la temperatura del semen afectando a la producción y vitalidad de los espermatozoides.