El cuerpo de la mujer tras el parto necesita aproximadamente un año para recuperarse y volver a su estado habitual debido al cambio psíquico, físico y hormonal que se produce.
La primera menstruación tras el parto o cesárea tardará en venir dependiendo de varios factores y serán necesarios algunos meses para que el ciclo menstrual se normalice.
Estas menstruaciones postparto pueden ser diferentes a las anteriores al embarazo (más abundantes, diferente flujo, duración más o menos larga, irregulares, menos dolorosas…), pero lo normal es que en unos meses vuelvan a ser como antes.
Los factores que influyen en el tiempo de aparición de esa primera regla son el estado de salud de la madre y del niño, factores hormonales y los relacionados con el tipo de lactancia con la que estamos alimentando a nuestro bebé.
No todas las madres eligen la lactancia materna como primera opción ya sea por elección o por la imposibilidad de instaurar la lactancia natural. Si finalmente el niño se alimenta con lactancia artificial, la regla tardará menos en llegar y será entre las 6 semanas tras el parto/cesárea y hasta 4 meses después. Si pasado este tiempo no ha aparecido esa primera regla, tendremos que acudir a la consulta de ginecología para asegurarnos que no haya ningún desarreglo hormonal o algún problema en el útero.
Las madres que optan por la lactancia natural, van a tardar más tiempo en tener esa primera menstruación debido a que la lactancia bloquea el funcionamiento normal de los ovarios. La aparición de esta regla va a depender de la duración de la lactancia exclusiva materna, de la producción de leche y del número de tomas al día.
Cuando el niño succiona el pezón se inhibe la prolactina (PRL), aumenta sus concentraciones en sangre y esto inhibe la secreción de GnRh desde el hipotálamo. De esta manera se disminuye la producción de gonadotropinas reduciendo así la fertilidad y las posibilidades de embarazo. La lactancia natural por sí sola actúa como método anticonceptivo ya que la PRL permanece elevada y esto inhibe la ovulación.
El problema está en que si la lactancia materna es poco frecuente o se han comenzado a sustituir tomas por leche artificial, se aumentan las posibilidades de ovular, luego es recomendable utilizar otros métodos anticonceptivos, (de barrera), para de esta forma evitar un nuevo embarazo demasiado pronto, ya que lo ideal es esperar unos 18 meses entre un embarazo y el siguiente.
La aparición de esa regla suele coincidir con una mejora en la recuperación postparto de la madre. Las primeras semanas tras el nacimiento del niño son duras para los padres hasta que consiguen adaptarse a esta nueva situación.
Es fundamental para la madre la normalización de la función hormonal tras el parto y se aconseja durante las primeras reglas utilizar compresas en lugar de tampones debido al aumento de la sensibilidad en la zona vaginal.