La ovodonación o donación de óvulos es el tratamiento en el que se sustituyen los óvulos u ovocitos de una mujer por los de una donante joven y sana.
Las razones por las que una paciente puede tener indicación de ovodonación pueden variar desde la edad al fallo de otros tratamientos de Reproducción Asistida en los que se han usado sus propios ovocitos.
Las donantes de ovocitos son mujeres menores de 35 años, sanas, en muchos casos ya con hijos propios y sin antecedentes familiares y personales de interés que donan sus ovocitos a otras mujeres de manera anónima. En España, la Ley de Reproducción Asistida permite realizar un máximo de 6 ciclos de donación o menos si se tienen 6 recién nacidos vivos en el país. Las donantes pasan un riguroso proceso de selección que incluye estudios genéticos, analíticos y valoraciones psicológicas para que puedan ser aptas para la donación…
Así, la asignación de una donante con una paciente se hace en función del grupo sanguíneo y de sus características físicas como la raza, el color de ojos, el color del pelo y piel.
¿En qué consiste la ovodonación?
El proceso consiste en que la donante realiza una estimulación sobre su ovario para obtener varios óvulos que le son donados en su totalidad o parcialmente a la paciente dependiendo del número que se obtenga.
Por su parte, la paciente preparará su endometrio (capa interna del útero) para poder tener las mejores condiciones para que se produzca la implantación del embrión y por tanto el embarazo. Esa preparación se hace con mediación oral que se toma en una pauta ascendente y tras la cual se realiza un control ecográfico para verificar que el endometrio esté listo para recibir los embriones. Se intenta sincronizar lo más posible la preparación del endometrio de la paciente con el ciclo de estimulación ovárica de la donante para que no haya esperas prolongadas desde que la paciente está preparada y hasta que se realice la punción de la donante.
Los ovocitos de la donante son fecundados con el semen de la pareja o semen procedente de donante para generar embriones que posteriormente serán transferidos el útero de la paciente.
Tener que recurrir a un donante masculino puede ser debido a la existencia de un problema seminal muy importante que impida o dificulte en gran medida el uso de esos espermatozoides en la fecundación de los ovocitos. Asimismo, aquellas mujeres sin pareja o parejas de mujeres, deben recurrir al banco de semen. En términos generales, la tasa de embarazo se sitúa en el 65 % usando semen de la pareja y en torno al 70 % cuando usamos semen de donante.
Tras generar los embriones, y dependiendo de la evolución de los mismos en el Laboratorio de Fecundación In Vitro, se selecciona aquel embrión o aquellos embriones de mejor calidad para ser transferidos al útero. El resto de los embriones que sean también de buena calidad pueden ser criopreservados o congelados para su uso futuro. Los embriones pueden ser transferidos al útero de una mujer en segundo, tercer, quinto o sexto día de evolución embrionaria. El momento de la transferencia del embrión o los embriones, depende de factores como la edad o el número de tratamientos que haya hecho la paciente así como la evolución de los embriones en el medio de cultivo. Cada vez se hacen más transferencias en quinto o sexto día de evolución embrionaria. Es lo que se conoce como estado de blastocisto.
Los blastocistos son embriones muy evolucionados, con mayor capacidad de implantarse y de dar lugar a un embarazo. Es por ello, que, además de poder aumentar la tasa de embarazo por el mayor poder implantatorio de los blastocistos, al estar varios días en el Laboratorio, podemos ser capaces de seleccionar mejor aquel embrión cuya evolución haya sido mejor y poder ofrecer con muy buenas garantías de embarazo, la posibilidad de transferir solo un embrión para poder así minimizar la tasa de gestación gemelar.
En los tratamientos de ovodonación de la Clínica Tambre, en la mayoría de las ocasiones, los embriones obtenidos son de alta calidad. De ahí, que sea frecuente que podamos transferir buenos embriones en fresco y además poder congelar. No obstante, la esencia del cultivo hasta estado de blastocisto o cultivo largo, es poder seleccionar el mejor embrión, dejando aquellos que no evolucionan adecuadamente o que se detienen en su desarrollo en el camino.
Dra. Esther Marbán Bermejo
Ginecóloga en Clínica Tambre