Índice de contenido
Si durante la búsqueda del embarazo se descubre la existencia de miomas uterinos, que son tumores benignos que se desarrollan en el útero, es normal que surjan dudas sobre si este hecho supone un problema de fertilidad, y si puede ser necesario someterse a una intervención quirúrgica para eliminarlos.
Lo cierto es que muchas mujeres con miomas uterinos pequeños se quedan embarazadas con facilidad sin experimentar problemas durante la gestación. Sin embargo, en otras ocasiones, la presencia de fibromas uterinos puede plantear desafíos en términos de fertilidad.
Son muchas las pacientes que acuden a Tambre, con el fin de recibir un tratamiento de reproducción asistida, que nos preguntan si es necesario extirpar los miomas uterinos antes de someterse a un tratamiento FIV. De ser así, esto suscita cierto temor por si las consecuencias de la cirugía en el útero pueden dificultar o imposibilitar el embarazo. En este artículo vamos a abordar estas inquietudes sobre los miomas uterinos y su impacto en la concepción y embarazo.
¿Qué son los miomas uterinos?
Los miomas uterinos, también conocidos como fibromas uterinos o leiomiomas, son uno de los tumores benignos más comunes en las mujeres en edad fértil. Solo en una proporción mínima de los casos, las células se pueden volver malignas, lo que se conoce como leiomiosarcoma.
Los miomas uterinos están compuestos principalmente de tejido muscular y tejido fibroso. Su tamaño puede variar, desde pequeños nódulos apenas visibles, hasta crecimientos que pueden llegar a abultar el útero de manera significativa.
¿Y por qué los miomas pueden ser un problema para lograr un embarazo? Básicamente porque estos tumores benignos pueden alterar la forma, el volumen y la función del útero e incluso bloquear las trompas de Falopio o el canal del parto. Dependiendo del tipo de mioma y de su tamaño, en algunas circunstancias podrían condicionar la implantación embrionaria en el endometrio, así como aumentar el riesgo de abortos espontáneos en las primeras semanas de gestación y otras complicaciones durante el embarazo, ya que los miomas pueden crecer durante la gestación.
Síntomas de los miomas uterinos
Muchas mujeres con miomas no tienen síntomas y descubren su presencia durante revisiones ginecológicas de rutina o exámenes relacionadas con la fertilidad. La frecuencia de aparición de síntomas se relaciona con el tamaño y la localización de los miomas. A pesar de que habitualmente son asintomáticos, en el caso de no serlo, los síntomas más frecuentes son:
- Sangrado menstrual abundante (menorragia)
El síntoma más común de los miomas es el sangrado menstrual excesivo, y a veces con coágulos de sangre, que puede llevar a períodos más largos y más intensos.
- Sangrado entre períodos (metrorragia)
Los miomas pueden causar sangrado fuera del ciclo menstrual regular, lo que nos hace pensar en un periodo irregular e impredecible.
- Dolor pélvico y cólicos
Los miomas uterinos pueden provocar dolor en la parte inferior del abdomen, cólicos menstruales intensos y molestias en la región pélvica.
- Presión abdominal o sensación de hinchazón
Los fibromas uterinos más grandes pueden hacer que el abdomen se sienta hinchado y generar una sensación de presión en la parte baja del abdomen.
- Necesidad de orinar con mayor frecuencia
Si presionan la vejiga, los miomas pueden causar una necesidad frecuente de orinar.
- Dificultad para evacuar el intestino
Los miomas que presionan el recto también pueden generar dificultades para evacuar el intestino.
- Molestias durante las relaciones sexuales
En algunos casos, los miomas pueden causar molestias o dolor durante las relaciones sexuales.
- Infertilidad o dificultades para concebir
En mujeres que intentan quedar embarazadas, los miomas pueden dificultar la concepción si interfieren con la implantación del embrión o bloquean las trompas de Falopio.
Tipos de miomas uterinos
Existen varios tipos de miomas uterinos, que se clasifican según su ubicación dentro del útero. Precisamente, esta variable de su ubicación tiene un impacto directo en la posibilidad de concebir con un mioma.
- Miomas subserosos
Estos miomas se desarrollan en la capa exterior del útero, conocida como serosa. Por lo general, crecen hacia afuera del útero por lo que, generalmente, no afectan a la cavidad uterina y, por lo tanto, suelen causar menos síntomas relacionados con el sangrado menstrual abundante. A menudo, no requieren tratamiento a menos que causen molestias por compresión de órganos vecinos o problemas específicos.
- Miomas intramurales
Los miomas intramurales crecen en la pared muscular del útero, conocida como miometrio. Son los miomas más comunes y pueden causar síntomas como sangrado menstrual abundante, dolor pélvico y presión abdominal. Puesto que los intramurales pueden afectar la forma y el tamaño del útero, es posible que, en algunos casos, puedan interferir con la fertilidad o el desarrollo de un embarazo.
- Miomas submucosos
Los miomas submucosos se desarrollan en la capa interna del útero, conocida como endometrio. Crecen hacia el interior de la cavidad uterina y, a menudo, están asociados con síntomas como sangrado menstrual anormalmente abundante. Debido a su ubicación, los miomas submucosos son más propensos a afectar a la fertilidad y a la implantación embrionaria. Pueden requerir tratamiento, como la extracción histeroscópica, para aliviar los síntomas y mejorar la fertilidad.
Miomas y FIV, ¿conviene extirpar los miomas uterinos para facilitar el embarazo?
No siempre es necesario extirpar los miomas uterinos para facilitar el embarazo de manera natural o para realizar un tratamiento FIV exitoso. La decisión de si los miomas deben extirparse o se toma teniendo en cuenta varios factores, como la ubicación, el tamaño y su número, así como la presencia de síntomas y problemas de fertilidad. Por tanto, si el mioma no es lo suficientemente grande ni está ubicado de manera que interfiera con la implantación o el desarrollo del embarazo, es posible someterse a un tratamiento de FIV sin necesidad de extirparlo antes.
Es importante señalar que miomas que inicialmente no tienen criterio quirúrgico, pueden terminar teniéndolo si se evidencia crecimiento importante, cambio en su aspecto o compromiso de la cavidad uterina.
Finalmente, si se trata de un mioma submucoso, que claramente obstaculiza las posibilidades de implantación embrionaria, sí es recomendable su extirpación.
La eliminación por cirugía de los miomas uterinos recibe el nombre de miomectomía. Cuando el mioma es submucoso , la técnica de elección es la histeroscopia, una técnica mínimamente invasiva y ambulatoria que nos permite acceder a los miomas ubicados en el endometrio, gracias a la introducción de una cámara de pequeño tamaño a través del orificio del cuello uterino. Para miomas subserosos e intramurales, la técnica de elección es la laparoscopia siempre y cuando la localización y el tamaño del mioma lo permitan.
¿Necesitas un diagnóstico?
En Tambre, evaluamos todos los factores que pueden contribuir a los fallos de implantación u otros problemas de fertilidad, como es el caso de los fibromas uterinos. Para ello, realizamos un diagnóstico exhaustivo utilizando la última tecnología disponible, como son las ecografías en 3D o 4D y la histeroscopia. Precisamente, la histeroscopia, además de ser una técnica quirúrgica, también se emplea para diagnosticar la posible afectación endometrial de algunos tipos de miomas.
Si tienes dudas sobre los miomas uterinos y su repercusión en los tratamientos FIV y embarazo o quieres más información sobre los tratamientos de reproducción asistida que desarrollamos en Tambre, contacta con nosotros y pide ahora tu primera cita en el 91 411 61 11.