Nicola tenía 38 años cuando se animó a iniciar un viaje de fertilidad que duraría diez años que, si bien estuvo lleno de desafíos, finalmente la condujo hasta nuestras puertas. Gracias a su empeñó consiguió ser mamá con 48 años. Su historia no es sólo un testimonio de resiliencia y valentía, sino también una demostración de la profesionalidad y empatía mostradas por del equipo de Tambre. Te contamos la historia de nuestra paciente más viajera y su último destino: Tambre , que seguro puede ayudarte en tu camino si también quieres ser madre gracias a la reproducción asistida.
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¿Cómo llegó a los oídos de Nicola la existencia de Tambre?
El primer encuentro con nuestra paciente tuvo lugar en 2019 durante el Fertility Show. Esta, es una feria muy reconocida que se celebra normalmente en Londres y reúne a cientos de clínicas de fertilidad y pacientes para que puedan conocerse y plantear emprender juntos la aventura de tener un bebé. Nicola explica que la experiencia de la Dra. Laura García y la destreza técnica de la clínica le causaron una buena impresión y que nuestra profesionalidad, junto con el ambiente cálido y acogedor que se respiraba a nuestro lado, fueron decisivos para elegir a Tambre como el lugar adecuado en el que confiar su deseo de tener un bebé. «Me senté a hablar con ella después de la exposición y tenía un folleto muy bonito y brillante en el que estaba todo muy claro. Lo recuerdo perfectamente. De hecho, aún lo conservo«, explica Nicola.
Una odisea que empezó en 2010
La odisea de Nicola comenzó en 2010, cuando la perspectiva de formar una familia parecía un sueño difícil de alcanzar. Los primeros ciclos de fecundación in vitro (FIV) que realizó resultaron emocional y físicamente agotadores, lo que puso de manifiesto la importancia de preparar previamente a nivel holístico su mente, cuerpo y espíritu.
Sin dejarse intimidar por los contratiempos, Nicola, nuestra paciente más viajera, buscó opciones de tratamiento en el extranjero, decidida a explorar todas las vías posibles. Entre medias, a raíz de lo mucho que ha viajado durante su vida, nuestra paciente atravesó diversos problemas de salud. En ese momento reconoció la necesidad de priorizar su bienestar antes de seguir adelante con los tratamientos de fertilidad. Esta revelación marcó un punto de inflexión y supuso un impulso para buscar una atención y orientación integrales.
Por qué eligió Tambre
La comunicación, un aspecto vital en cualquier tratamiento de fertilidad, ha sido uno de los aspectos más destacados para Nicola. Desde el Fertility Show hasta la posterior visita a Madrid, las conversaciones fluidas y las experiencias positivas reforzaron su decisión. «A veces te sientes una estadística en un viaje tan largo, pero a mí no me hicieron sentirlo en ningún momento. Fue todo precioso«, afirma Nicola.
La arquitectura del edificio madrileño y su enclave, el personal cortés y acogedor y el ambiente de Tambre contribuyen a crear un entorno sereno y tranquilizador para las personas que se enfrentan a las complejidades de un tratamiento de fertilidad. Sin embargo, las experiencias positivas de Nicola se extendieron más allá de las paredes de la clínica.
Nuestra paciente más viajera
Ni siquiera la dificultad geográfica de residir en Oriente Medio durante gran parte de su tratamiento entorpeció la comunicación fluida entre Nicola y la clínica. La receptividad y adaptabilidad de Tambre garantizaron un viaje sencillo y agradable, incluso después de que Nicola se quedara embarazada. «Teníamos grandes expectativas y se han cumplido todas. Opino que la nuestra ha sido una experiencia realmente encantadora de principio a fin», reconoce Nicola.
Consejos reconfortantes para futuros padres y madres
Cuando Nicola reflexiona sobre su tratamiento, subraya la importancia de tener la mentalidad adecuada para vivirlo. La profesionalidad y la capacidad técnica de Tambre, combinadas con la buena disposición de Nicola, resultaron en que nuestra paciente se quedase embarazada tras un primer intento. ¡Y hoy habla con alegría de su título de madre feliz y afortunada de un niño de dos años y medio!
La historia de Nicola es el vivo ejemplo del poder transformador de la esperanza, unido a la excelencia profesional que caracteriza a Tambre. Su testimonio hace destacar la importancia de recibir una atención integral, apoyo emocional y los beneficios de intentar mantener una mentalidad positiva en la búsqueda de la creación de una familia.
El consejo que a Nicola le gustaría darles a otras personas que se plantean un camino similar se basa en la preparación física, emocional y espiritual. Anima a los futuros padres a no temer la posibilidad de viajar al extranjero, y menos de llegar a Tambre, pues asegura una cosa: «Madrid es preciosa, la clínica es preciosa, la gente es preciosa», concluye Nicola.