Nuestro compromiso con los pacientes es nuestra motivación fundamental. Ofrecer una esmerada atención sanitaria y que se sienta bien cuidado es nuestro principal objetivo y compromiso.
La labor diaria del Departamento de Gestión del paciente si la miramos desde fuera, parece muy monótona. Pero en realidad es todo lo contrario. Nuestros pacientes hacen que no sea así. Cada persona es un mundo y tiene unas necesidades específicas, por lo que cada día es diferente. Nos dedicamos principalmente a su bienestar, intentando facilitarle todo en la medida de lo posible.
En nuestro desempeño lo que más pesa es la empatía, y la gran mayoría de las personas que escogen la Clínica Tambre, nos dan todas las facilidades. Desde que entran, muchas ya son cercanas, tras pedir cita por teléfono y contarnos su historia, es como si ya nos conociéramos cuando vienen por primera vez.
En cambio, otros pacientes se muestran reservados, por lo que nosotras con mucha prudencia intentamos ponernos en su situación. Normalmente estos últimos suelen ser los que tienen historias gigantescas, una carrera de fondo, normalmente y sin darnos cuenta, aún nos sensibilizamos más con su vulnerabilidad.
De ahí que gracias a ellos también aprendemos a mejorar cada día en nuestro trabajo, nos quitan malos hábitos (como no sonreír) y nos recuerdan maneras de estar y de sentir que nos ayudan a saber ser tanto en el trabajo como fuera de él. En particular, una de las cosas que a nosotras nos agrada más es cómo nos han enseñado a escuchar y a comprender.
Así que en muchos casos somos sus confidentes: las primeras personas a las que dedican halagos, quejas y sus dudas cuando salen de consulta y no han comprendido bien el consejo médico, o su sorpresa como cuando vienen a una ecografía de embarazo y resulta que van a ser mamás de más de un hijo, en un mismo embarazo, o cuando salen enfadados de consulta por motivos que a veces no se atreven a decir al propio médico pero a nosotras sí. Es un ejercicio de piel a piel, por lo tanto nosotras, de forma espontánea queremos reconfortarlos, estar cerca siempre de ellos.
También nos gusta mucho cuando hablan del trabajo, del trato y de lo que sería mejorable, a veces a través de las quejas y otras veces como sugerencias, para ayudarnos a ser mejores profesionales.
De igual modo, la parte más gratificante es el buen trato, el agradecimiento, esas sonrisas que nos dedican y que a nosotras nos hacen incluso reír con ellos, y a su vez saber que estamos cumpliendo nuestro trabajo satisfactoriamente.
Definitivamente, los pilares de Tambre, clínica de reproducción asistida y fertilidad en Madrid, son nuestros pacientes. Por eso les agradecemos desde recepción todo lo que nos aportan cada día. Deseamos seguir mejorando, puesto que en la carrera por la calidad no hay línea de meta.