Los padres primerizos agradecen los primeros consejos tras el nacimiento de su primer hijo pues se encuentran con muchas dudas acerca de los cuidados que necesita un recién nacido y qué cosas son ‘normales’. Los consejos que nos dan nuestros amigos y familiares, en ocasiones son contradictorios, escuchamos muchos tipos de opiniones respecto a los cuidados y esto nos hace sentirnos más inseguros.
Hoy te daremos algunos consejos generales útiles para ayudarte en esos primeros días, teniendo en cuenta que es el pediatra quien debe indicarte las recomendaciones específicas en función de las circunstancias individuales de cada niño.
Las primeras horas son muy importantes y han de vivirse plenamente, ese primer contacto con tu bebé, cuando lo tocas y lo hueles, es una experiencia inolvidable. Las guías de atención al parto normal de la Asociación Española de Pediatría (AEP) recomiendan el contacto piel con piel inmediatamente después del nacimiento ya que esto ayuda al bebé a adaptarse a la vida extrauterina y potencia el vínculo madre-hijo. Además, si deseas amamantar a tu bebé facilita el establecimiento de la lactancia materna. Recuerda que la leche materna es el mejor alimento.
Igualmente si no deseas amamantar a tu bebé, no debes privarte de los beneficios del contacto piel con piel.
Baño: Es importante preparar todo lo necesario antes de desnudar al bebé (agua, esponja, toalla, pañal, ropa, etc.), asegurarnos de que las ventanas están cerradas para evitar corrientes, colocar el agua a una temperatura adecuada, ni fría, ni caliente, sumergir bien al bebé y procurar que esté cómodo y relajado para que disfrute del baño. Los primeros días debemos evitar baños largos para que el recién nacido no pierda temperatura corporal. Los recién nacidos tienen un sistema termorregulador inmaduro y pueden sufrir hipotermias o hipertermias con facilidad.
La higiene de los ojos no requiere el empleo de materiales especiales, podemos utilizar agua tibia y un paño suave. En el baño debemos hacer hincapié en los genitales y en los pliegues, es fundamental secar muy bien esos pliegues, cuello, piernas y detrás de las orejas. Se desaconseja usar polvos de talco, cremas o colonias.
En cuanto a la piel es normal observar una descamación en el tronco y extremidades, se resuelve sola y en poco tiempo. También podemos ver una mancha de color oscuro, como un moratón en la zona baja de la espalda, recibe el nombre de “mancha mongólica”, no significa nada y desaparece sola. Los granitos blanquecinos en la nariz, las mejillas y la barbilla, denominados “miliaria”, popularmente conocidas como engordaderas, también son frecuentes y no tienen ninguna importancia, no requieren cuidados especiales.
La uñas pueden estar largas y parcialmente rotas en sus extremos por lo que pueden lastimarse. No hay ninguna contraindicación para cortarlas, siempre con muchísimo cuidado.
Cura del cordón umbilical: No debemos tener miedo al curarlo, no suele doler. Lo podemos lavar con agua tibia y un jabón neutro, al igual que el resto del cuerpo en el momento del baño, secándolo después y cubriéndolo con una gasa seca. Usar antisépticos no ofrece ventajas sobre una buena higiene y en ocasiones puede retrasar la caída del cordón, lo más importante es que esté seco. Debemos cambiar a menudo los pañales del bebé, si el cordón aparece manchado con heces, hay que lavar de nuevo con agua y jabón, secar y dejar una gasa seca. El cordón suele desprenderse entre el 5º y 15º día.
Cambio de pañal: Debemos tener a mano todo lo necesario (toallitas, esponja, pañal, etc.) Debemos limpiar los genitales de delante hacia atrás para no arrastrar las infecciones hacia el meato urinario.
En cuanto a los genitales es normal que en el caso de los varones exista fimosis, no requiere ninguna intervención y se desaconseja realizar retracciones forzadas de la piel. En las niñas es frecuente encontrar los labios mayores abultados. En los pliegues podemos encontrar restos del “vernix caseoso”, que es la sustancia blanquecina que recubre la piel del bebé en el momento al nacimiento, desaparece tras varios lavados suaves.
Paseo diario: Debe hacerse desde el primer día, es aconsejable la exposición a los rayos solares para la síntesis de vitamina D, además de recibir estímulos visuales y auditivos. Por otro lado a la mami también le viene bien el paseo.
Sueño: Los recién nacidos manifiestan un patrón de ciclos de actividad-sueño variables a lo largo del día y ajenos al ciclo de los adultos. Es aconsejable ir adecuando los estímulos de ruido y luz, no es necesario que bajes el volumen de la televisión o las luces, ni que hables en un tono más bajo durante el día. Por el contrario durante la noche debemos evitar cualquier estímulo incluso cuando le damos el pecho en la noche, no hace falta hablarle, las caricias son suficientes. Así mismo debemos favorecer la aparición de rutinas, por ejemplo con baños a horas similares. Con el transcurso de las semanas el bebé irá aprendiendo poco a poco.
Esperamos que estos consejos y recomendaciones te sean útiles en esos primeros días, aunque la mejor solución es utilizar siempre el sentido común. Al principio surgen muchas dudas, pero no te preocupes, verás como después de unas pocas semanas vas a tener la experiencia suficiente para actuar con seguridad y confianza en el cuidado de tu hijo.