LA PRÓSTATA Y LA FERTILIDAD MASCULINA
La eyaculación es una sucesión de eventos sincronizados, cuya última finalidad es liberar espermatozoides que sean capaces de alcanzar el ovulo y fecundarlo.
El plasma seminal, además de los espermatozoides, contiene una mezcla compleja de fluidos que provienen de las vesículas seminales y de la próstata.
La próstata es una glándula con un papel clave en este proceso, ya que contiene sustancias imprescindibles como el zinc o citrato que son esenciales para la fertilidad masculina.
Sin embargo, la próstata es un órgano muy sensible a algunas patologías que pueden afectar a la fertilidad masculina a diferentes edades, ya que su alteración influye directamente sobre la función espermática. Entre ellas, la más común es la prostatitis, o infección de la próstata por diferentes bacterias.
La prostatitis puede originar inflamación de la próstata e incluso desarrollar hiperplasia prostática o cáncer de próstata.
NORMAL HIPERPLASIA PROSTÁTICA BENIGNA
Los síntomas más comunes que indican prostatitis que es la inflamación de la próstata, son la disminución del chorro de orina y el dolor al orinar. Esta infección de próstata generalmente es tratada con el uso de antibióticos indicados por el urólogo o en ocasiones, además, por analgésicos para aliviar las molestias. El masaje prostático transrectal puede ser una medida eficaz, al mismo tiempo que una eyaculación frecuente, con el objeto de renovar el líquido seminal almacenado en la próstata.
Además de esto, la ingestión de una gran cantidad de líquidos también puede ayudar a aliviar los síntomas.
Dada la importancia de una buena salud prostática para la fertilidad del varón, en Clínica Tambre realizamos un estudio uro andrológico y cultivos de orina y semen para descartar la presencia de bacterias.
En un trabajo realizado en la Clínica Tambre hace unos años en los que se incluyeron 1.372 varones en estudio de fertilidad a los que se les realizó análisis microbiológico de orina y semen, se encontró que un 26% de los mismos presentaban alguna bacteria patógena, aun siendo en todos los casos asintomáticos.
A partir de los 50 años, la próstata comienza a agrandarse por lo que presentan un mayor riesgo de sufrir prostatitis. La glándula prostática puede obstruirse. Esto facilita la proliferación de las bacterias. Ese aumento del tamaño de la próstata se conoce como hiperplasia benigna prostática, aunque en ocasiones puede derivar en cáncer de próstata. Por ello, lo más importante es la prevención y acudir al especialista cuando se observen síntomas como: orinar más veces de lo normal o pérdida de la fuerza en la micción. A pesar de que estos síntomas se dan en el 50% de los varones mayores de 50 años, el cáncer de próstata puede ser asintomático, por lo que es conveniente realizarse revisiones periódicas.
La combinación de los resultados de un test de siete preguntas conocido como IPSS, del análisis de orina, de sangre, de la presencia o no de infección y de los niveles del marcador PSA, determinará que el médico de familia derive al paciente al urólogo.
15 de septiembre. Día Mundial de la Salud Prostática