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Hoy desde el blog de Tambre explicamos detalladamente qué es una citología ginecológica, así como otras cuestiones relacionadas con esta prueba tan común.
Seguro que la mayoría de nuestras pacientes en Tambre ya han oído hablar de la citología, pues se habrán realizado varias. Si no es tu caso, te contamos a continuación la importancia de realizarte este test y cada cuanto tiempo debería llevarse a cabo según la edad de la mujer y otros factores.
¿Qué es una citología?
La citología es una prueba ginecológica muy sencilla que permite detectar infecciones, lesiones e incluso patologías pre-cancerosas y cancerosas en el aparato reproductor femenino.
Como nos indica la propia etimología de la palabra, cito- del griego “célula”, es un análisis de las células de la vagina y/o del cuello uterino. Con la ayuda de un microscopio se observan las células de la muestra tomada en busca de posibles alteraciones. La citología también es conocida como Prueba del Papanicolau, apellido del profesional que la inventó.
¿La citología ginecológica duele?
Podríamos decir que la citología es más bien algo molesta, pero no dolorosa. Lo que se nota es un pequeño pellizco, pero es algo muy rápido. Lo podemos definir como una pequeña punzada. En raras ocasiones, es posible que después de realizarse la citología se produzca un pequeño sangrado, pero es completamente normal y no debe ser motivo de preocupación.
¿Cómo se realiza la citología?
Como hemos señalado anteriormente, se trata de una prueba muy simple, rápida (pues no suele llevar más de cinco minutos) y prácticamente indolora.
El procedimiento es fácil; estando la mujer tumbada boca arriba, el especialista introduce el espéculo para abrir las paredes de la vagina y tener mejor acceso al cuello uterino. Con una especie de “cepillito”, se realiza posteriormente un raspado para obtener la muestra.
Si la citología es cervical se coge tejido del cuello uterino y si es una citología vaginal de las paredes vaginales, usualmente se toman muestras de las dos zonas. Una vez se tiene la muestra se introduce en el tubo para su posterior análisis en laboratorio.
¿Para qué sirve la citología?
El principal objetivo de la citología es detectar células cancerígenas ya que, por desgracia, el cáncer de cuello de útero es uno de los más frecuentes y, como ocurre con otros cánceres del sistema reproductivo de la mujer, es silencioso y no se suele detectar hasta que está bastante avanzado.
De ahí la importancia de realizarse citologías de forma periódica, pues una alteración en los tejidos nos dará señales de alerta y se podrá tratar a la paciente lo antes posible.
La citología es la manera más efectiva de detectar el Virus del Papiloma Humano (VPH). Casi todos los cánceres de cuello de útero son causados por el VPH por lo que detectar la infección a tiempo nos ayuda a prevenirlo.
También es bastante útil a la hora de diagnosticar infecciones vaginales causadas por bacterias (vaginosis), hongos (candidiasis) o enfermedades de transmisión sexual como la Clamidia o la Gonorrea entre otras. Aunque para el diagnóstico final convenga también la observación del flujo vaginal, otros síntomas.
¿Cada cuánto tiempo se debe hacer la citología?
La SEGO (Sociedad Española de Ginecología y Obstetricia) recomienda hacer la primera citología a los 25 años. Otros especialistas aconsejan hacerse la primera citología una vez se han mantenido relaciones sexuales o a partir de los 20 aunque no se hayan tenido aún relaciones.
En mujeres sexualmente activas sería conveniente realizar una revisión ginecológica con citología al año.
Entre los 25 y los 30 años se puede hacer una citología cada tres años, siempre que no existan antecedentes de cánceres u otras patologías, en cuyo caso es aconsejable una vez al año. Si existen resultados anormales es posible que se haga un seguimiento y se vuelva a mandar otra citología a los seis meses, todo dependerá de cada caso.
A partir de los 30 y hasta los 65 años se puede realizar cada cinco, salvo en los casos citados anteriormente o si la citología da resultados preocupantes. El especialista le recomendará cada cuánto realizarse la citología en base a su historial médico.
Tengo una citología, ¿qué debo hacer?
Al ser una prueba simple no necesita especial preparación pero sí hay ciertas cosas que no se deben realizar antes de la prueba:
- No se deben mantener relaciones sexuales 48 horas antes de la prueba
- La citología no se debe realizar durante la menstruación (es recomendable hacerla al menos 3 o 4 días después de que el sangrado haya finalizado).
- No se recomienda llevar a cabo la citología si se sido tratada recientemente con óvulos, cremas vaginales o espermicidas.
Los resultados de la citología
Si la citología ginecológica da negativa significa que las células están sanas y los resultados son normales. El resultado también puede ser “inadecuado” si no se ha podido observar correctamente la muestra, y sería conveniente repetirla.
Finalmente, los resultados que indican anormalidad son los siguientes:
ASCUS (Atípica de significado indeterminado), en este caso las células podrían ser anormales, aunque puede estar relacionado con infecciones o embarazo. Este resultado, aunque no debe alertar, puede requerir un control más estrecho y una vigilancia.
SIL de bajo grado (Lesión Intraepitelial de bajo grado), si se encuentran células anormales debido a VPH. Tampoco debe preocupar, pero como en el caso anterior, requiere vigilancia por si existen cambios y hay evolución a células malignas.
SIL de alto grado (Lesión Epitelial de alto grado), si se observan células con grandes anormalidades y con alta de probabilidad de evolucionar en cáncer. Este resultado suele requerir un estudio exhaustivo y tratamiento para la paciente.
Carcinoma: cuando se han detectado células cancerosas.