Hace 20 años, realizar una inseminación con semen de donante en una mujer que quería ser madre sin una pareja masculina era poco menos que anecdótico. La sociedad todavía no estaba acostumbrada a cambiar el patrón de familia existente hasta entonces.
En la actualidad, se considera absolutamente normal que una mujer sin pareja masculina o una pareja de mujeres quieran conseguir la maternidad. De hecho, y ya que, como ocurre siempre, la ley va por detrás de la ciencia, no hace mucho se ha introducido dentro de la cartera de prestaciones de la sanidad pública la reproducción asistida en estos casos.
En la Clínica Tambre, el equipo fundador lleva trabajando más de 30 años en reproducción asistida, por lo que el tiempo le da la posibilidad de ver las cosas en perspectiva. Y poder comprobar como el número de tratamientos de reproducción asistida en mujeres sin pareja masculina ha ido paulatinamente en aumento. El único problema es que hace unos años, las mujeres con pareja femenina acudían como mujeres sin pareja, y ahora vienen las dos a realizarse tratamientos incluso como el ROPA, con el deseo de que ambas compartan la maternidad.
En la gráfica se muestra el porcentaje de tratamientos a lo largo de los años con IAD (inseminación con semen de donante) y en FIV-Banco (Fecundación in vitro con semen de banco) así como el número total de ciclos de tratamiento de ROPA.
En la siguiente gráfica se presenta el número de mujeres sin pareja masculina y parejas de mujeres que han acudido a lo largo de los años en la Clínica Tambre.