Al tiempo que aumenta el número de niños nacidos en todo el mundo por técnicas de reproducción asistida, se plantean nuevos interrogantes éticos.
Uno de ellos es la revelación de los orígenes de estos niños. Cuando se utilizan gametos de la pareja, parece que no existen muchas dudas en descubrir a los hijos/as la manera en que han sido concebidos. El problema se genera cuando las familias han recurrido a la donación de gametos.
Aunque la legislación sobre reproducción asistida en España no establece nada al respecto, se está desarrollando cada vez más una corriente de pensamiento que defiende la idea de la revelación como positiva.
En el caso de las familias monoparentales o parejas de mujeres, parece obvio que el niño debe de conocer sus orígenes. Y en nuestra experiencia, esos niños han crecido orgullosos de su nacimiento y de la elección de su/s madre. Como anécdota, puedo contar, que una adolescente acudió a la Clínica Tambre para que la ayudáramos a describir el proceso de inseminación con semen de donante (al que fue sometido su madre), ya que tenía que presentar un trabajo en el colegio.
Sin embargo, existen marcadas diferencias entre las familias receptoras de gametos respecto a la revelación de los orígenes en función del tipo de donación de que hayan sido objeto: de semen, de ovocitos o de embriones. Cuando la infertilidad afecta a las mujeres, y han necesitado recurrir a la donación de ovocitos o de embriones, hay más resistencia a revelar los orígenes a los hijos, lo que resulta paradójico, pues han gestado al bebé durante nueve meses, lo que crea unos fuertes lazos de maternidad con el recién nacido.
Muchas pacientes nos preguntan: ¿qué debemos hacer al respecto? ¿es recomendable revelar el origen de los gametos al niño?
La opinión generalizada de los psicólogos es tajantemente afirmativa: se basan en el derecho de todo ser humano a conocer su raíz y equiparan los tratamientos de donación de gametos con la adopción, donde esta práctica es obligatoria.
El resto de los profesionales no lo tenemos tan claro. Pensamos que son los padres, y únicamente ellos, los que tienen que tomar esta decisión en función de sus circunstancias particulares, creencias y valores. No todas las familias son iguales, y lo que en unos casos es pleno derecho y beneficio, en otros puede producir más perjuicio.
Pero esto, como todo, es opinable.
En Clínica Tambre contamos con psicólogos con los que puedes hablar sobre este tema con total naturalidad y obtener orientación. Conoce a todo el equipo humano que caminará a tu lado durante esta experiencia.