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La seguridad biológica en el Laboratorio de Fecundación in vitro es el conjunto de medidas que se toman con el fin de proteger al paciente, al trabajador y al medio ambiente. Dentro de estas medidas se incluyen tanto los procedimientos como las medidas físicas (incluyendo el diseño y equipamiento del laboratorio), que permiten eliminar o disminuir al mínimo los efectos adversos debido a la posible presencia de agentes infecciosos en las muestras facilitadas. Sin embargo, dichas medidas físicas no pueden suplir en ningún caso la existencia de un buen procedimiento de trabajo, ya que este último es una condición indispensable para la seguridad y no puede ser reemplazado por la existencia de material especializado, el cual no deja de ser un complemento.
Control en la laboratorio de fecundación in vitro
Dentro de los procedimientos de control de las posibles infecciones dentro del Laboratorio de Fecundación In Vitro (FIV) están todos aquellos que minimicen el riesgo de infección entre pacientes a través del contacto del material biológico (placas, puntas de pipetas…), objetos o instrumentos contaminados (agujas de punción, catéteres de transferencia).
El acceso al laboratorio estará controlado y restringido al personal autorizado. El material utilizado durante el proceso de Fecundación in vitro será fungible de un solo uso, y siempre que sea posible se sustituirá el material de cristal por el plástico a fin de minimizar el riesgo de cortes. Se emplearán dispositivos de tipo mecánico para pipeteo de fluidos y se utilizarán guantes cuando se desarrollen trabajos que impliquen contacto con sangre o fluidos potencialmente infecciosos, así como gafas protectoras siempre que haya peligro de salpicaduras. Todas las superficies del laboratorio se limpian al acabar la jornada o siempre que haya un derrame con productos específicos (capaces de desinfectar sin producir daños a los embriones). Además, el material biológico será depositado en contenedores especiales asegurando una correcta segregación de los mismos. Además los embriólogos disponen de los mecanismos, conocimientos y protocolos específicos para evitar cualquier tipo de contagios.
Barreras físicas en el laboratorio de fecundación in vitro
Como barreras físicas aplicadas dentro del laboratorio para minimizar el efecto adverso de los posibles agentes infecciosos las más significativas serían la existencia de superficies de trabajo impermeables, mobiliario robusto y existencia de espacio para guardar el material de uso inmediato a fin de no obstaculizar el libre paso o los procesos a desarrollar en dichas superficies. Además, las puertas de acceso al laboratorio deben tener una mirilla de cristal de seguridad situada a la altura de la mirada con objeto de evitar accidentes y poder examinar el interior del laboratorio sin necesidad de abrir la puerta. Dichas puertas han de ser resistentes al fuego o estar en una zona protegida al mismo. Así mismo deberán existir medios de protección contra incendios para evitar tanto el inicio como la propagación del fuego. En la Clínica Tambre, disponemos de una instalación eléctrica segura y con suficiente capacidad para mantener todos los dispositivos conectados a ella sin que suponga una sobrecarga, y existe como se aconseja, otra línea eléctrica o de un grupo electrógeno de emergencia. El filtrado del aire del interior del laboratorio se realiza en función de las necesidades de renovación y superficie del mismo, estando equipados con sistemas de filtrado adicionales como las Torres Coda.
Si bien antes del paso de las muestras biológicas al laboratorio de Fecundación in vitro se realizan pruebas serológicas que comprueban la presencia de anticuerpos en sangre tanto al varón como a la mujer, y estas han de ser negativas, siempre existe la posibilidad de infección debido al periodo ventana de alguno de estos virus, ya que no serían detectados aquellos casos que todavía no se hubiera producido la seroconversión: virus de la hepatitis B (VHB), virus de la hepatitis C (VHC), virus del sida (HIV).
Por lo tanto, y a pesar de conocer la negatividad de los análisis siempre se han de procesar con las máximas garantías de seguridad. Además, otros organismos capaces de producir una infección en el Laboratorio podrían ser de origen bacteriano, presentes tanto en el semen, como en el moco cervical o líquido folicular (Escherichia Coli, Chlamydia Trachomatis, …). Es por todo esto por lo que todas las muestras o fluidos que llegan al laboratorio de Fecundación in vitro (FIV) han de procesarse como si fueran potencialmente infecciosas.