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Unidad de prevención de cáncer de mama y otras patologías

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Ponemos a tu alcance…

Unidad de Mama para el abordaje integral de la patología de mama

La Unidad de Mama está equipada con la más avanzada tecnología en pruebas diagnósticas y ofrecemos un tratamiento personalizado y adecuado en cada caso.

Clínica Tambre se preocupa por la salud integral de la mujer, y la prevención y la detección precoz del cáncer de mama, es fundamental para asegurar una mayor supervivencia de las pacientes.

No olvides hacerte revisiones anuales.

Preguntas frecuentes sobre el cáncer de mama

Un tumor de mama se produce cuando células pertenecientes a la glándula mamaria crecen de forma descontrolada y desordenada y llegan a crear una masa que forma una tumoración (benigna o maligna).

Carcinoma ductal: comienza en los conductos que llevan leche desde la mama hasta el pezón (a este tipo de cáncer pertenecen la mayoría de los tumores).

Carcinoma lobulillar: comienza en los lobulillos o zonas encargadas de la producción de leche.

Pero, además, muchos tumores de mama son sensibles a las hormonas estrógenos, que hacen que el tumor crezca. En otras ocasiones (aunque pueden coincidir ambas circunstancias), determinados tumores tienen células con demasiadas copias del gen HER2, que hacen que éstas se multipliquen rápidamente y que la respuesta a la quimioterapia sea peor.

El tumor de mama no se puede prevenir, pero sí que se puede detectar de forma precoz. De ahí la importancia de seguir escrupulosamente las recomendaciones para el diagnóstico precoz del cáncer. Detectar tempranamente un cáncer de mama aumenta enormemente las posibilidades de tratamiento y curación.

Hoy por hoy, la mamografía es el método diagnóstico por excelencia. Es cierto que en mujeres jóvenes, la valoración mamográfica a veces es difícil por la densidad y cantidad de tejido mamario. En ese caso se pueden emplear otras técnicas, como la resonancia magnética nuclear. La ecografía, por su parte, puede diagnosticar un tumor, pero su eficacia es menor que cualquiera de las otras dos técnicas.

Cuando existe sospecha de cáncer de mama, puede llevarse a cabo una punción de la lesión con aguja fina (PAAF) para obtener y analizar células de ese tejido, que puede proporcionar información útil sobre la existencia de cáncer. Pero será el estudio mediante biopsia el que determine si existe cáncer o no.

La edad más frecuente de aparición de un tumor de mama es entre los 50 y los 60 años, si bien es cierto que cada vez se están diagnosticando en mujeres más jóvenes, a partir de los 30.

Por otro lado, las probabilidades de una mujer de desarrollar cáncer de mama se incrementan si su madre, hermana o hija han tenido la enfermedad. Pero sólo el 10% de los tumores son hereditarios.

La influencia de la dieta y el estilo de vida es similar a otros tumores: el riesgo es mayor cuando los hábitos de vida no son saludables.

En términos absolutos, sí. Pero es probable que se deba a las campañas de detección precoz, que hacen que aumente el número de mujeres diagnosticadas.

El tratamiento dependerá siempre del tipo de tumor y de su extensión. En la mayoría de los tumores, la primera opción, efectivamente, es la cirugía pero en ocasiones se emplea como primer tratamiento la quimioterapia (quimioterapia neoadyuvante) para reducir el tamaño del tumor y posteriormente realizar una cirugía menos radical.

Cuando se opera un tumor de mama se puede extirpar únicamente el tumor o bien la mama completa (mastectomía). Dependerá de la fase en la que se encuentre, su tamaño, la edad y el estado general de la mujer pero, hoy por hoy, se puede conservar la mama en la mayoría de los casos.

La detección precoz del tumor facilita la realización de una cirugía conservadora (extirpación del tumor manteniendo la mayor cantidad de tejido mamario). Pero siempre será fundamental saber si hay células tumorales en los ganglios axilares (mediante biopsia) para extirparlos. Hoy en día, existe un procedimiento denominado biopsia de ganglio centinela mediante el cual únicamente se extirpa un ganglio linfático para saber si el cáncer se ha diseminado a los ganglios de la axila. Si éste tiene células tumorales, se extirpan los ganglios de la axila; si no, no será necesario, evitando cirugía axilar y sus efectos secundarios.

Cuando la mastectomía es la opción más adecuada, debe realizarse un reconstrucción de la mama, ya sea tras la extirpación de ésta o posteriormente.

Las características de cada tumor condicionan el tratamiento posterior a la cirugía.

Pérdida de cabello, falta de apetito, náuseas, vómitos, diarreas, estreñimiento o alteraciones en la mucosa de la boca son algunos de los efectos secundarios más comunes. La mayoría de los efectos desaparecen gradualmente después de terminar el tratamiento. Asimismo, las pacientes pueden tener complicaciones permanentes, como menopausia prematura o infertilidad.

Dependerá del tipo de intervención. Entre las complicaciones se encuentran los seromas (acumulación de líquido), infecciones o abscesos. Pero la secuela más importante es el linfedema, que es una inflamación del brazo por la extirpación de los ganglios linfáticos axilares, para la que no existe un tratamiento eficaz. La aplicación de la técnica del ganglio centinela hará que este tipo de secuela sea cada vez menos frecuente.

Recomendaciones para el diagnóstico precoz del cáncer:

Revisiones ginecológicas anuales (exploración mamaria)

Mamografías:

Las pacientes con factores de riesgo (antecedentes familiares, etc) deberán realizarse la primera mamografía a partir de los 35 años, de forma anual.

Mientras que en las pacientes sin factores de riesgo, la primera mamografía se realizará a los 40 años.

Entre los 40 a los 50 años, se recomienda realizar una mamografía cada dos años.

A partir de los 50 años, de forma anual.