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La Reproducción Asistida es una rama de la medicina que tiene que beber de otras especialidades para poder brindar a sus pacientes el trato más profesional y exitoso posible. La Inmunología se conforma como algo sumamente importante en el sector puesto que en algunos casos da con la clave para conseguir el embarazo. Es por todo ello que la Dra. Gil Herrera, especialista en Inmunología de Clínica Tambre, responde a continuación unas preguntas que puedan aclarar las dudas que surjan respecto al tema.
En primer lugar, ¿por qué es importante la inmunología en el campo de la reproducción asistida?
Las células del sistema inmunitario se pueden encontrar en múltiples tejidos y órganos de nuestro organismo, y su misión esencial consiste en diferenciar y reconocer las estructuras propias de las extrañas o no propias. En el aparato reproductor humano también se localizan una variedad de células y moléculas inmunológicas, que sabemos juegan un papel importante en situaciones tanto de salud (fisiológicas) como de enfermedades (patológicas) relacionadas con la reproducción.
¿Es necesario el estudio de la inmunología en todos los tratamientos de fertilidad o solamente en casos concretos?
Afortunadamente una mayoría de las personas que reciben tratamiento de reproducción asistida suelen tener éxito en su objetivo y por tanto no requieren estudios adicionales, que indudablemente incluyen aspectos inmunológicos. Sin embargo, existen diversas situaciones clínicas (aborto o pérdida gestacional, fallo de implantación recurrente, preeclampsia/eclampsia…) que condicionan un fracaso o fallo reproductivo. En las personas con fallo reproductivo recurrente es realmente importante emprender un estudio de las causas o factores inmunológicos que con mayor frecuencia pueden contribuir a dicho fracaso.
¿Cuál es el avance más notorio que ha presenciado respecto a la Inmunología Reproductiva en todos sus años de carrera?
Sin duda, el éxito de los tratamientos inmunomoduladores cuando están bien orientados en las personas que presentan fenómenos o enfermedades autoinmunes subyacentes a su fallo reproductivo.
También me parece importante la identificación de un número creciente de componentes aloinmunes (por ejemplo; las células NK, receptores KIR..) cuyo buen funcionamiento es crucial para una placentación adecuada; aunque en este sentido es todavía pronto para considerar opciones terapéuticas que estén validadas por toda la comunidad médica y a nivel internacional.
¿Cuáles son las dificultades o diagnósticos más comunes a los que los pacientes de reproducción asistida se enfrentan?
Hay situaciones muy frecuentes en personas aparentemente sanas, como las carencias o insuficiencias en algunas vitaminas y oligoelementos con un efecto claro sobre el funcionamiento del sistema inmune. También es habitual identificar fenómenos o patologías de base autoinmune (tiroiditis, enfermedad celiaca, síndrome antifosfolípido, síndrome seco, diabetes mellitus..) que se pueden manifestar por primera vez durante la tercera a la quinta década de la vida. Cuando la edad reproductiva coincide con estos años, el tratamiento correspondiente a los hallazgos o enfermedades de base inmunológica mencionados, entre otros, se acompaña de éxito en muchos de los casos que estudiamos.
¿Cuál diría que ha sido el caso más complejo que se ha encontrado en el que la solución residiese en la inmunología?
Una paciente con fallo reproductivo a la que diagnosticamos de angioedema por déficit del factor C1-inhibidor del complemento, una enfermedad autoinmune que es extraordinariamente rara. Tras la identificación de esta enfermedad y el tratamiento de sustitución con C1-inhibidor subcutáneo y terapia adyuvante con gammaglobulinas intravenosas, la paciente consiguió ser madre de dos hijos. Por su infrecuencia y gravedad publicamos el caso en 2018.
¿Qué servicios, tecnología, herramientas o trato destacaría de la Unidad de Inmunología Reproductiva de Clínica Tambre?
De entrada, me parece fundamental la orientación del estudio inmunológico y otros análisis complementarios de manera individualizada en cada paciente, según sus antecedentes clínicos personales y familiares. Además, tenemos la posibilidad de utilizar un espectro amplio de fármacos inmunomoduladores y diversas vías de administración (oral, subcutánea, intravenosa). También considero destacable el seguimiento estrecho -tanto clínico como inmunológico- a lo largo de todo el proceso reproductivo y hasta el momento del nacimiento.
¿Qué protocolo hay cuando llega una paciente que ha sido previamente diagnosticada con alguna enfermedad autoinmune?
Las enfermedades ya mencionadas son sólo las más frecuentes. Cuando hay un diagnóstico previo de cualquier enfermedad autoinmune utilizamos protocolos adaptados por paciente y patología, siempre tras el acuerdo con el médico de referencia que las pacientes tenían antes de presentar sus problemas reproductivos.
¿Cómo se desarrolla la comunicación de equipo entre las ginecólogas y la Unidad de Inmunología Reproductiva?
La comunicación es muy fluida a través de reuniones o encuentros de presencia física en la Clínica Tambre, también por correo electrónico, mediante anotaciones en las agendas o en las historias clínicas, y, en casos urgentes, por teléfono.