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Carolina es una de esas dos millones de españolas que padecen endometriosis. Esa, aparte del diagnóstico de infertilidad que su marido, Roberto, y ella tuvieron que asimilar, fue una de las causas que obstaculizaron su deseo de ser madre.
Con apenas 27 años, Carolina se vio en una Unidad de Reproducción Asistida de la Seguridad Social. La pareja comenzó la aventura con valentía y esperanza, pensando que se enfrentaban a un proceso rápido y llevadero. Desafortunadamente, no pudieron llevarse consigo a casa el bebé que tanto anhelaban.
“Yo cuando salí se lo dije a Rober: Nos quedamos aquí”
Fue entonces cuando decidieron no darse por vencidos y buscar otras soluciones. Así fue cuando un día buscando por internet, encontraron Tambre. Carolina, que se dedica profesionalmente a la enfermería, tenía ya conocimientos sobre tratamientos de fertilidad. Por ello percibió que Tambre les brindó una tranquilidad que no habían sentido antes.
La pareja de su primera visita destaca la amabilidad de el equipo de coordinadoras, enfermeras y de Esther Marbán, su doctora. Roberto nos cuenta que pasaron un rato muy bueno con nosotros, propiciado, como ya hemos dicho, por el trato tan familiar que recibieron. “Yo cuando salí se lo dije a Rober: Nos quedamos aquí”, dice Carolina.
Según avanzaba su tratamiento, se dieron cuenta de lo importante que era que quienes estaban a cargo de su tratamiento se implicasen al máximo. Dicen que la Dra. Marbán era capaz de subirles el ánimo en los momentos más crudos y que el equipo de embriología fue muy atento con ellos, llamándoles con frecuencia para informar sobre el proceso en laboratorio.
La pareja explica que puede que las situaciones más difíciles hayan tenido que ver con la medicación. Recalcan aún así que en Tambre no han tenido momentos malos, sino que ya venían arrastrándolos y en el centro descubrieron cómo solventarlos. “Ver que hay algo agarrado, ver que hay latido, es el mejor momento”, confiesa nuestra paciente emocionada.
¿Cómo se sienten ahora?
Cuando vinieron a visitarnos, Carolina y Roberto estaban disfrutando la etapa final del embarazo y deseando poder conocer por fin a su hijo. “Estamos muy contentos y muy felices”, dice él. Carolina tiene un consejo para todas las mujeres o parejas que vayan a someterse a un tratamiento de fertilidad y es que tengan paciencia. Si algunas veces los procesos se hacen largos o tu médico pide muchas pruebas es porque quiere saber todo sobre tu caso para poder personalizarlo al máximo. “Hay que confiar en los profesionales porque saben hacia donde guiar el tratamiento. Hay que dejarse ayudar aunque resulte complicado”, concluye.
Hace apenas unas horas recibimos noticias de la pareja, que nos comentó que Carolina había dado a luz. Han querido compartir con nosotros una foto del nuevo integrante de la familia, ¡Bienvenido al mundo, Daniel!