Índice de contenido
Sin ninguna duda, la historia que se relata a continuación es una de las más especiales que hemos vivido en los últimos meses aquí, en Clínica Tambre. Hace cuatro años que Naveen (41) Madhushree (36) acudieron a nosotros para someterse a un tratamiento de FIV (Fecundación In Vitro). Por el constante contacto que el personal del centro tiene con los pacientes, supimos que Madhushree había dado a luz a una niña y la pareja estaba muy agradecidos.Lo emocionante es que hace unos días, sin que nosotros lo esperásemos, la pareja vino a visitarnos para presentarnos a su hija y reencontrarse con su doctora.
¿Cómo llegaron a conocer Clínica Tambre?
Después de casarse, en 2004, entendieron que tener hijos era lo que más deseaban. La pareja, procedente de India, estuvo intentando durante once años alcanzar su meta de forma natural. Al ver que no lo conseguían, decidieron que era momento de averiguar qué era lo que estaba poniendo freno a su sueño. Naveen y Madhushree, que no tenían ningún conocimiento sobre técnicas de reproducción asistida, comenzaron a indagar y descubrieron a un doctor en Zaragoza que les recomendó asistir a Clínica Tambre.
Madhushree explica que en un principio lo que más les asustaba era la barrera idiomática a la que es normal enfrentarse durante un tratamiento médico en un país que no es el tuyo. Sin embargo, fue un alivio que el equipo que llevaba su caso y el personal de recepción hablase inglés, lengua que facilitaba la comunicación.
Ambos no dejan de repetir que estar en Tambre era como estar en casa y que la sensación de seguridad que tenían era inmensurablemente valiosa. “Estaba claro que estábamos en buenas manos”, relata Madhushree.
¿Cómo definen su vivencia con nosotros?
Oírlos hablar de todo el equipo es un placer, saber lo que piensan de la Dra. Marbán es conmovedor. Dicen que para ellos es como un miembro más de la familia y la tienen en gran estima por lo fácil que les resultó confiar en ella. “Hemos vuelto cuatro años después para saludarla” explica Naveen.
Para estos pacientes era de vital importancia que su doctora fuese clara y directa. La Dra. Esther Marbán superó sus expectativas a través de sus explicaciones sencillas, su empatía y el tiempo de calidad que les dedicaba en persona y en la distancia. No tienen palabras para agradecer que la explicación del proceso fuese tan clara; sobre todo al descubrir que ella tenía el síndrome del ovario poliquístico y a él se le había diagnosticado astenospermia.
Clínica Tambre y sus expertos siempre van a hacer todo lo posible por presentar a cada paciente el abanico de posibilidades del que disponen, así como la tecnología puntera con la que contamos. De esta manera, fue como entendieron que necesitaban un ciclo de FIV, que con el pequeño empujón de la técnica ICSI, les haría alcanzar su meta.
Los consejos que nos deja la pareja son…
A las personas que necesitan un tratamiento de reproducción asistida pero que aun no se han atrevido a empezarlo, ellos los animan a “tomar ya la decisión”. Es muy importante que entiendan qué significa cada proceso y cómo les va a afectar. “A veces el resultado es positivo y a veces es negativo. Lo importante es que te sientas como si fuera tu hogar. Estar en Clínica Tambre significa estar a salvo”, dicen.
“Este lugar es sagrado”, dice Naveen despidiéndose de nosotros. Que los pacientes guarden tan buen recuerdo nuestro como para volver sólo a «decir hola» es lo que nos alimenta y nos anima a seguir tratando a nuestros pacientes con el enfoque tan humano que nos caracteriza.