El cáncer de ovario o, concretamente, el carcinoma ovárico epitelial (representa el 85-90% de los cánceres de ovario malignos) es una enfermedad incluida por la Federación Española de Enfermedades Raras (FEDER) en el listado de patologías poco frecuentes que se diagnostican en nuestro país. Es decir, es una de esas enfermedades que afectan a menos de 5 por cada 10.000 habitantes. Derivada de esta baja frecuencia encontramos una importante problemática que puede generalizarse a todas las enfermedades raras: para un amplio grupo de propios profesionales sanitarios son enfermedades poco conocidas[1]. Esta cuestión, unida a la ausencia de síntomas específicos al inicio de la enfermedad y la ausencia de métodos de detección precoz, explican la elevada mortalidad del cáncer de ovario.
El doctor Pedro Caballero, fundador de Clínica Tambre, lamenta esta falta de información entre los profesionales sanitarios en una interesante entrevista. “Lo primero que tiene que pensar el médico es: ¿Qué es eso de enfermedad Rara? ¿Es una enfermedad que no tiene diagnóstico? No, ¿verdad? Entonces, ¿por qué no aprendemos a hacer el diagnóstico antes de llamarla rara? Yo creo que las enfermedades raras no existen. Existe el desconocimiento de tal o cual proceso médico que los profesionales sanitarios tenemos la obligación de conocer”.
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“No tenemos que estar etiquetando enfermedades como raras. Quizá el raro sea el médico, el médico que no se la ha estudiado o que no la conoce. Con esto no quiero decir que los médicos tengamos que saberlo todo. Sí debemos tener la aspiración a conocerlo todo, pero habrá cuestiones que puedo no saber. Para eso tenemos alrededor a compañeros a los que estamos obligados a consultar: biólogos, enfermeros, etc. Es un ejercicio de conocimiento que se hace para buscar las soluciones que podemos hacer. Eso es espléndido, eso es medicina en estado puro. Y debemos ir a por ello”, apunta el doctor Pedro Caballero.
El doctor Caballero comenzó a trabajar en el sector de la reproducción asistida hace más de 40 años. Fruto de sus inquietudes, compromiso y dedicación a la fertilidad creó la Clínica Tambre, un centro médico-quirúrgico pionero y de vanguardia especializado en Ginecología y Fertilidad ubicado en el corazón de Madrid y, hoy por hoy, reconocido como un centro de máximo nivel dentro y fuera de España. Además, aprovechó su experiencia en Andrología para crear, en 1980, el segundo Banco de Semen de España. Sin embargo, la clave de su éxito no solo reside en sus más de 40 años de experiencia y su espíritu emprendedor. El doctor Caballero se ha diferenciado siempre por su capacidad de ofrecer a los pacientes una atención cálida y personalizada. De ahí esta reivindicación que pronuncia coincidiendo con el Día Mundial de las Enfermedades Raras 2019.
El cáncer de ovario, una enfermedad rara ginecológica
El cáncer de ovario es una enfermedad “silenciosa”. Los síntomas se manifiestan cuando ya ha avanzado. Además no hay técnicas de cribado más allá de la revisión ginecológica en la que se pueda detectar algún tipo de quiste o masa en el ovario que se tenga que revisar porque resulte sospechosa.
El fundador de Clínica Tambre compara el cáncer de ovario con el cáncer de cuello de útero. “Por ejemplo, un cáncer que era fundamental, el cáncer de cuello, está con tendencia a la desaparición porque con una simple citología se hace ese diagnóstico temprano que permite establecer el tratamiento adecuado para solucionar el problema. Solamente la mujer que no va a la consulta de revisión y control ginecológico es la que le puede evolucionar el problema”, indica.
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Con respecto al cáncer de ovario, el doctor Caballero explica: “El cáncer de ovario, para ser un tema que nos afecta a nosotros mucho, tenemos la desgracia de que nos resulta a veces más difícil de diagnosticar. En cáncer de ovario no tenemos ningún signo externo que nos permita sospechar de él. Solo podemos averiguar que existe un cáncer de ovario a través de ecografía o exploración”. El doctor Caballero concluye: “No tenemos que ser exagerados en la utilización de medios para el diagnóstico, pero sí tenemos que hacer lo mínimo e imprescindible que nuestro conocimiento nos marque para tomar las decisiones. Eso es lo más importante y ponerlo en práctica”.
De ahí que los profesionales de la ginecología insistan en la importancia de que toda mujer se haga su revisión ginecológica periódica. Hoy por hoy, el diagnóstico temprano de cáncer de ovario puede salvarnos la vida. Gracias a los avances médicos y terapéuticos conseguidos en los últimos años se puede sobrevivir, tener una buena calidad de vida y aspirar a ser madre.
[1] Fuente: Información contenida en el Estudio ENSERio I que traslada las principales conclusiones de la ponencia de estudio encargada de analizar la situación de los pacientes con enfermedades raras (Senado 2007)