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Esther y Belinda, gaditana y madrileña respectivamente, son una pareja que lleva enamorada 11 años. Desde que se casaron, tenían claro que querían formar una familia así que comenzaron a sumergirse en el mundo de la reproducción asistida. Ellas, que se conocieron viajando, sabían que lo seguirían haciendo y esta vez el destino era la maternidad.
Su llegada a Clínica Tambre y la elección de su tratamiento
En su caso, conocieron Clínica Tambre a través de una amiga que conocía a Patricia, una embrióloga del centro. Desde que cruzaron la puerta de Tambre, se dieron cuenta de que el trato que se les brindaba no podía ser más personalizado. El equipo médico les presentó y explicó en detalle todos los procesos a los que se podían someter y tras estudiar su situación, comenzaron su tratamiento. Su sueño de ser madres estaba cada vez más cerca.
En su caso particular, tenían claro que la gestante sería Belinda ya que cómo explican ellas, “al ser más joven podría llevarlo mejor”. La pareja recuerda perfectamente el día que la Dra. Esther Marbán llamó por teléfono para decirles que tras su primer intento, estaban embarazadas. Narran que iban en el coche y por la emoción del momento, solo podían gritar de alegría a la vez que lloraban de emoción.
La llegada de sus princesas
Nueve meses después nacía Jimena, a la que sus madres describen como una niña llena de amor y de lo más cariñosa. La pareja no tiene palabras para explicar su vivencia en Tambre. Valoran mucho el trato que recibieron por parte de todo el equipo, empezando por Patricia, nexo entre ellas y la clínica, a la que agradecen su trabajo y amabilidad. De la misma forma, destacan la relación tan cercana y especial que crearon con la Dra. Esther Marbán, a la cual apodan como “su ángel”.
Dos años y medio después de que naciera su hija, Esther y Belinda decidieron que era un buen momento para seguir ampliando la familia. “Así que sin pensarlo dos veces, volvimos a Clínica Tambre”, declaran. Esta segunda aventura con nosotros comenzó con un nuevo tratamiento y culminó con la llegada de Vega, una niña risueña y preciosa.
Como clínica nos hace muy felices saber de nuestros pacientes y enterarnos de que Belinda y Esther rebosan felicidad con sus niñas de 5 y 2 años. Es muy bonito saber que hemos podido aportar nuestro granito de arena para que hayan alcanzado lo que soñaban.
Belinda y Esther no querían cerrar este testimonio sin transmitir su espíritu luchador a todas las mujeres que se sometan a tratamientos de fertilidad. ”No te rindas, porque todo lo que se desea se consigue”, afirman, mientras recuerdan con ternura lo que es escuchar por primera vez el latido de tu bebé.