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El proyecto de embarazo de Natacha y Emeline comenzó con mucha incertidumbre y el fracaso de una decena de intentos de inseminaciones artificiales. Tras ello, y ya sin mucha ilusión por conseguir su objetivo, decidieron apostar por un proceso más adecuado para ellas: la Fecundación in Vitro. Fue entonces cuando Emeline se topó con el método ROPA, del cual ya habían oído hablar y, aunque anteriormente no se lo habían podido permitir, era la oportunidad perfecta para compartir el deseo de ser madres y tener ambas un vínculo directo con el bebé.
El método ROPA
Natacha y Emeline animan a otras parejas de mujeres a utilizar el método ROPA (Recepción de ovocitos de pareja) ya que es una forma idónea de compartir la maternidad, pues una será la madre gestante y la otra la madre genética.
La mamá donante se somete a un proceso de estimulación ovárica para que sus ovarios produzcan folículos y será la que aporte los óvulos que posteriormente serán fecundados con el semen de un donante anónimo. La mamá gestante recibirá los embriones en su útero y será la que quede embarazada y dará a luz al bebé. “La idea de llevar un pedacito de mi mujer también fue mágica para mí y me hizo sentir que estaba multiplicando el amor de Emeline,” nos dice Natacha.
¿Cómo conocieron Tambre Natacha y Emeline?
Natacha y Emeline habían oído hablar de otras clínicas, pero tras una labor investigativa intensa para encontrar la mejor llegaron a Tambre. Nos comparten su primera impresión sobre el centro y destacan su carácter familiar y personal. Además, el hecho de que no hubiera una publicidad excesiva les dio mucha seguridad y confianza, ya que se alejaba del ámbito comercial o de cadena que encontraban en otras clínicas. Agradecen igualmente la hospitalidad y la comodidad que sintieron desde que pisaron la clínica por primera vez hasta que regresaron a casa realmente felices. “La experiencia y el conocimiento español en este campo está más que probado y el porcentaje de éxito en Tambre fue lo que nos sedujo,” explica Natacha.
Nuestras protagonistas, Natacha y Emeline, hacen hincapié también en el papel tan importante que tiene nuestro equipo de Atención al Paciente. Comentan que se sienten muy contentas por el hecho de que todas las cuestiones y dudas que suelen surgir siempre fueron respondidas y resueltas con eficiencia, rapidez y amabilidad. «Me sorprendió que me llamaran tan rápido después de que les enviara cualquier correo electrónico. Me sentí muy atendida,» explica. Añadiendo que, el hecho de que pudieran comunicarse en francés fue una de las facilidades que agradecen infinitamente. Nuestras embajadoras, Natacha y Emeline quieren resaltar la profesionalidad del equipo de Tambre.
Seguir adelante a pesar de las circunstancias
La pandemia hizo que Natacha y Emeline temieran por su bebé durante el embarazo y el riesgo que pudiera suponer, pero tal como nos cuentan, fueron muy prudentes y tomaron siempre precauciones para que tanto ella como su bebé Léandra siguieran sanas. Las circunstancias sociales se unieron a unos miomas uterinos que finalmente no tuvieron mayor importancia. Gracias al temperamento y la calma de ambas, todo fue fantástico.
¡Unos consejos que Natacha y Emeline desean compartir!
Para terminar, Natacha Y Emeline desean dar algunos consejos a las futuras mamás: “Hay que dejarse tratar como un invitado o un paciente mimado por la clínica porque relaja y aporta consuelo y una mujer que se prepara para tener un bebé debe dejarse mimar”. Como afirma Natacha, la razón de su éxito y que todo fuera bien y sin complicaciones fue que les hicieran sentir tan relajadas y seguras durante todo el proceso. Nuestra paciente dice que el consejo que le daría a toda mujer es que confíe en la medicina y la destreza de los profesionales en este campo. «Me dejé llevar por vuestros conocimientos y vuestra amabilidad,» confiesa.
Agradecen también la ciencia y a los profesionales vocacionales que eligen trabajar en este tipo de clínicas. La historia de Natacha y Emeline nos enseña que es importante seguir intentándolo y agotar todas las vías posibles. Tomaremos como ejemplo su paciencia y perseverancia para conseguir, por fin, eso que tanto desearon siempre: ser madres. También nos enseñan que la actitud tranquila y calmada que tuvieron fue clave para que, tanto el proceso con el método ROPA como su embarazo fuera perfecto.