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Cuando una pareja se enfrenta a un diagnóstico de infertilidad, comienza una etapa difícil en la que cobra especial relevancia la forma de afrontar y de gestionar todo lo que vaya aconteciendo durante este proceso. En esos momentos ambos deben unir sus fuerzas y remar en la misma dirección.
¿Cómo debe apoyar el hombre a su pareja femenina?
Iniciar un proceso de reproducción asistida debe ser una decisión que se tome en pareja, tenga quien tenga la dificultad reproductiva. En los casos en los que la problemática afecta a la mujer, el papel de su pareja masculina es fundamental.
“Tal y como podemos comprobar a diario en las consultas, lo más habitual es que las mujeres pidan cita para una atención psicológica y acudan solas, rara vez acompañadas por sus parejas.”, explica la Dra. Silvia Moreno Golmar, responsable de la Unidad de Apoyo Psicológico de Clínica Tambre. Este tipo de actuaciones individualizadas puede suponer una brecha en la pareja.
Es crucial el compromiso y la implicación de los hombres en el proceso, aunque directamente, a nivel físico, no sufran las consecuencias. Su papel es diferente, pero importantísimo, ya que el factor emocional no se puede pasar por alto en pacientes de reproducción asistida.
El apoyo psicológico hacía el hombre no es tan común cómo debería
Hay hombres que encuentran complicado expresar sus sentimientos o emociones y además, parece que se espera que «sean fuertes». Por lo tanto, a veces es un reto apoyarlos psicológicamente en esta situación.
En los casos en los que la infertilidad proviene del hombre todo se complica aún más, ya que la sociedad ha relacionado, de forma errónea, la fertilidad con la virilidad durante décadas. Esta creencia puede generar baja autoestima y sentimientos de culpa, vergüenza y frustración cuando surge el diagnóstico. Nuestra misión como profesionales de reproducción asistida es romper los tabúes sobre los pacientes varones y buscar nuevas formas de abordar el tema.
Además, «En situaciones en las que se requiere esperma de donante, los hombres pueden sentir una desconexión del proceso y del futuro hijo», dice la Dra. Moreno Golmar. A diferencia de las mujeres, que en los casos de ovodonación experimentan el embarazo y el parto, los hombres no participan a nivel genético o fisiológico. Este escenario lleva a dudas y temores que hay que digerir de forma sana, a pesar de que el sufrimiento de los hombres tienda a ser más oculto.
En definitiva, someterse a un tratamiento de reproducción asistida como pareja implica cuidarse mutuamente y estar atentos, con la voluntad de escuchar y hablarlo todo con honestidad. Cualquier suposición errónea basada en estereotipos y roles sociales no será beneficiosa. El papel del hombre, aun no siendo el mismo que el de la mujer, es de vital importancia.