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¿Qué es la reserva ovárica?
Nuestra reserva ovárica no es infinita. Al nacer, las mujeres tienen una cantidad determinada de óvulos que disminuye con el tiempo. A lo largo de la vida se pierden decenas de ovocitos cada mes.
Los mejores óvulos son los que se liberan cuando la mujer tiene de 20 a 30 años. La disminución natural de la calidad y cantidad de los óvulos ocurre a medida que van pasando los años, y esa caída comienza a ser más drástica a partir de los 35 años.
En algunos casos, la disminución de óvulos puede ser más temprana o pronunciada de lo normal, por lo que podemos encontrar a mujeres que con 30 años tienen baja reserva ovárica, o padecen una menopausia precoz, reduciendo así sus posibilidades de maternidad.
Causas de la baja reserva ovárica
La edad es la causa más frecuente de que una paciente sufra de baja reserva ovárica. Y actualmente es una realidad social que las mujeres deciden posponer su maternidad y desean tener hijos a edades más avanzadas, cuando ya tienen menos óvulos y estos son de peor calidad.
Además de la edad, existen otras causas que pueden estar detrás de una baja reserva ovárica como son los factores genéticos; tratamientos médicos como la radioterapia o la quimioterapia; cirugías ováricas previas; endometriosis; e incluso el estrés y el tabaco que provocan el envejecimiento de las células.
Cómo saber si tengo baja reserva ovárica
La baja reserva ovárica no suele mostrar síntomas. En algunos casos, se pueden experimentar irregularidades en el ciclo menstrual, ciclos cortos (en vez de 28 días, 24 o 26 días entre ciclos). Pero son las dificultades para concebir el motivo principal por el que las mujeres con baja reserva ovárica buscan atención médica y se topan con este diagnóstico.
También podemos sospechar que padecemos una baja reserva ovárica si sabemos que existen antecedentes familiares o si han existido complicaciones previas, como quistes ováricos o enfermedades autoinmunes.
La confirmación de la baja reserva ovárica se realiza a través de pruebas de laboratorio y evaluación de la historia clínica de la paciente.
La prueba de sangre realizada entre los días 2 y 4 del ciclo nos permite medir los niveles de hormonas clave:
- La hormona folículo-estimulante (FSH), es una hormona hipofisaria (liberada por una parte del cerebro de la mujer) y actúa sobre los ovarios y es responsable de estimular el crecimiento de los folículos. Por eso, cuando hay baja reserva ovárica, el nivel de esta hormona aumenta para intentar que el ovario se active, de forma gráfica, el cerebro tiene que gritar más al ovario para que trabaje.
- Estradiol: liberado por el o los folículos activos.
- La hormona luteinizante (LH), conocida también como hormona luteoestimulante, es la encargada de reclutar folículos y desencadenar la ovulación. Cuando los folículos están maduros y los niveles de estrógenos muy altos se produce el llamado pico de LH que es el que lleva a la expulsión del óvulo.
Valores anormalmente altos pueden apuntar a distintos trastornos e indicarnos problemas en la reserva ovárica.
Los folículos antrales son pequeños sacos llenos de líquido que se encuentran en los ovarios. Cada folículo antral contiene un óvulo que tiene el potencial de madurar durante el ciclo menstrual.
Durante el ciclo, varios folículos antrales comienzan a crecer en los ovarios. Generalmente, el mejor de ellos será el que madurará, ovulará durante ese ciclo y esperará en las trompas para ser fecundado. Los demás, aunque no llegarán a la ovulación, ofrecen una indicación de la cantidad de óvulos presentes en los ovarios en un momento dado.
A través de una ecografía transvaginal, podemos hacer un recuento del número de folículos antrales presentes en los ovarios. Este recuento, junto con el resto de las pruebas, nos ayuda a evaluar la reserva ovárica de una mujer y su capacidad potencial para concebir.
Tu ginecóloga también revisará tu historial médico y menstrual para obtener información sobre la regularidad de tus ciclos menstruales, cualquier cirugía ovárica previa, antecedentes familiares y otros factores relevantes.
Tratamientos personalizados para mujeres con baja reserva ovárica
La FIV es uno de los principales tratamientos para las pacientes con baja reserva ovárica, aunque en pacientes jóvenes es posible también valorar la inseminación artificial (IA), siempre que las trompas funcionen correctamente y no advirtamos una reserva totalmente agotada.
En Tambre realizamos tratamientos personalizados para mujeres con baja reserva ovárica, basados en la evaluación individual de cada paciente y sus circunstancias específicas De ahí que sea importante el estudio integral de las causas que provocan la baja reserva ovárica.
En el caso de recurrir a una FIV, realizamos una estimulación ovárica controlada y personalizada con el fin de obtener los mejores resultados posibles. En determinadas circunstancias podemos realizar una doble estimulación con el objetivo de poder tener el mayor número de ovocitos, y por ende, de embriones.
Y una vez que en nuestro laboratorio de FIV se ha generado el embrión, cuidamos de cada uno de ellos de forma individualizada. Y empieza por el medio de cultivo de máxima calidad y unas condiciones adecuadas de temperatura, calidad del aire y luz. Poniendo además todos los recursos posibles para el control de su desarrollo. En Tambre disponemos del sistema time-lapse.
Este innovador incubador de embriones nos permite monitorear de forma continuada el desarrollo de los embriones, y nuestros resultados avalan su eficacia ya que las tasas de implantación y de embarazo se incrementan. Gracias a las imágenes que se toman del desarrollo embrionario cada 5 minutos no es necesario sacar al embrión para su observación y nuestros especialistas pueden tomar decisiones fundamentadas en tiempo real, adaptando el tratamiento de manera precisa y eficiente.
Una fase fundamental en este proceso es la preparación de la futura madre. Para ello, realizamos la preparación del endometrio de la paciente para que adquiera el grosor adecuado, pueda implantar el embrión y asegurar al máximo el embarazo evolutivo.
Cuando la FIV no ha resultado efectiva o en los casos más graves de baja reserva ovárica, el tratamiento FIV con donación de óvulos es el más eficaz, sobre todo en aquellas pacientes con una edad superior a 42-43 años, con óvulos de baja calidad y una reserva ovárica agotada. Es uno de los tratamientos más avanzados y actualmente más demandados porque permite la maternidad a mujeres que no pueden o tienen pocas posibilidades de ser madres con sus propios óvulos. Entre sus ventajas destacan sus elevadas tasas de éxito. Los óvulos proceden de mujeres jóvenes, de menos de 35 años, que los han donado, con lo que ayudan a otras mujeres a cumplir su deseo de ser madres.
En Tambre tienes la seguridad de que el proceso es completamente exhaustivo y seguro.
Actualmente hay técnicas de reactivación ovárica que buscan mejorar la obtención de óvulos y recuperar los ciclos menstruales en mujeres con baja reserva. Se han revelado especialmente beneficiosas en pacientes jóvenes, que aún presentan ciclos menstruales. Entre ellos está la administración en el ovario de plasma rico en plaquetas (PRP) de la propia paciente, que puede ayudar a recuperar folículos en fase temprana que no se podrían obtener de otra manera. Hay que tener en cuenta que la evidencia científica sobre su eficacia aún es muy limitada y se necesitan más estudios clínicos para mostrar su efectividad y utilidad.
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Visita nuestra clínica, ya sea de manera presencial u online, de la mano de tu asistente personal.
En tu primera consulta nuestro equipo médico te realizará una anamnesis general y exploración ginecológica, que incluye:
– Una ecografía vaginal para conocer el estado morfológico y funcional del útero, trompas y ovarios.
– Un análisis de sangre para conocer la actividad ovárica: hormona antimülleriana (AMH).
– Y si fuera necesario, seminograma para conocer la calidad del semen.
En la segunda entrevista con tu ginecóloga te comentará los resultados de tus pruebas, te explicará el diagnóstico y se pautará el comienzo del tratamiento o, en su defecto, se prescribirán otras pruebas complementarias necesarias para confirmar el diagnóstico.
Si todo está en orden, posiblemente podamos iniciar tu tratamiento con el inicio de tu próximo periodo menstrual.