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Yaiza y José Manuel son una bonita pareja que hace un tiempo descubrieron que por más que lo intentaban, no conseguían quedarse embarazados. Fue entonces cuando iniciaron su búsqueda en torno a las clínicas de fertilidad.
¿Por qué se quedaron en Clínica Tambre?
Tras visitar unos cuantos centros, Clínica Tambre se cruzó en su camino. “Salimos sabiendo que esta era la clínica”, dice Yaiza. Ellos, que tenían una visión genérica de los tratamientos de reproducción asistida, necesitaban una explicación adaptada a su caso, un asesoramiento personalizado. Y eso fue lo que hizo exactamente su doctora, Esther Marbán.
Jose Manuel explica que en otros centros no les dieron tantas opciones. De hecho, fue ese abanico de posibilidades y el ver tan claramente cada pro y cada contra lo que hizo que comenzasen su viaje hacia la paternidad en Tambre.
Uno de los aspectos que más cómodos les hizo sentir fue que cada paso del camino se daba en un ambiente familiar. Como ellos cuentan, en los tratamientos de reproducción asistida es crucial que los pacientes no se sientan como un número más de una vasta lista de pacientes.
Para ellos, que la Dra. Marbán fuese tan atenta, amable y cariñosa fue muy valioso. “La recomendaría 100%…de hecho ya la he recomendado a mucha gente”, expresa Yaiza. Se llevan también un bonito recuerdo del personal de recepción y de la confianza que les transmitió la clínica desde el primer momento.
¿Cómo definirían Yaiza y José Manuel su vivencia?
Durante todo el tiempo que estuvieron inmersos en la lucha de conseguir tener su bebé aprendieron a sobrellevar los altibajos. Al igual que recuerdan entre risas las palabras que decía Yaiza bajo los efectos de la anestesia durante su primera transferencia, rememoran con cierto pesar que en dicho ciclo no fuera posible transferir ningún embrión.
Lo primero que les recomiendan a las parejas que se vayan a someter a un tratamiento de esta índole, es que tienen que afrontarlo estando muy unidos y sobre todo, cogiéndolo con muchas ganas. Es muy necesario, además, colmarse de paciencia porque no se sabe cuál va a ser la duración del procedimiento, y hay que tener claro que es algo que lleva su tiempo. De igual manera, creen que es importante confiar en las decisiones que propongan los doctores y tener muy en cuenta las indicaciones de las enfermeras.
La filosofía de Yaiza y José Manuel se ha basado también en el positivismo. Sin embargo, ella explica que tuvo que grabarse en la mente que a veces las cosas no salen a la primera. La pareja se sometió a dos ciclos de Inseminación Artificial, siendo el segundo el que les brindó al bebé al que ellos llaman “su regalo”.
“Ahora es cuando te das cuenta de que merece la pena todo lo que hagas y más”, dice Yaiza convencida. Toda la ilusión que aportaron y los esfuerzos que hicieron se vieron más que recompensados con la llamada que anunciaba su embarazo. “Las expectativas han sido superadas”, concluye ella.